Los partidos nacionalistas siguen sin ponerse de acuerdo

La semana se presenta movida, como la anterior y como hace ya tantas y tantas semanas. Esto es como un dragón Kant que cuando piensas que no puede haber nada más sorpresas, siempre aparecen nuevas a cuál de ellas peor.

La división del sector independentista es más que evidente: no existe unanimidad a la hora de elegir a un candidato que no tenga causas pendientes que pueda obstaculizar su nombramiento. ERC ha entrada en crisis interna, se han fracturado en dos, aunque de cara a la galería quieran mostrar lo contrario. Los hay que quieren cambiar de rumbo para poder formar gobierno, otros en cambio pretenden seguirle el juego a Puigdemont. ¿Crisis identitaria, necesidad de colocar a los que se encuentra en el paro o sentido de la responsabilidad?. De todo hay en la viña del señor.

El bloque de Junts per Catalunya, hablan de la constitución de un nuevo partido, liderado, por supuesto por Puigdemont. Sus delegados en Catalunya y personas de confianza, Pujol y Altadi, convertidos en dos “grandes estrategas", como se está apreciando. El PDeCAT, tiene que centrase un poco, visualizar más su propio nombre, marcar su territorio y plantar ,de una vez, a los genios de la política que no son de su partido. Si no lo hacen están condenados a desaparecer.

Mientras la CUP sigue en su línea de abstenerse, lo que quiere decir que los números, como venimos diciendo hace tiempo, no cuadran. Comín y Puigdemont, no están dispuestos, de momento, a sacrificarse sin más, si antes alguién no les garantiza su modus vivendi, son realistas y esperan el milagro de la multiplicación de los “panes y los peces”.

Por si fuera poco, la ANC, quiere liderar el proceso ¿se convertirán en partido político?. No quieren ser comparsa, sinó liderar los movimientos y tienen muchas aspiraciones . Se irá viendo a lo largo de los días. Hay demasiados aspirantes a entrar en la vida política, la ANC es un buen trampolín, que se lo pregunten a Jordi Sánchez.

Lo que ocurre es que, conforme se van conociendo más datos sobre los intríngulis del “procés” más difíciles se están poniendo las cosas y el tiempo no juega a favor de las formaciones independentistas, más bien al contrario. Es como una carrera de obstáculos, donde el desgaste es mayor para ellos.

La imagen de país se está deteriorando cada día que pasa. Las empresas están más preocupadas que nunca. La burguesía catalana que estaba a favor del independentismo, la mayoría, se han distanciado a la vista del panorama. Catalunya ha dejado de ser un referente en tantas cosas, para pasar a ser una gran preocupación y un lugar poco atractivo y provinciano.

¿Cómo encarar la solución?. Algunos están descargando la solución a los jueces, pero no basta con ello. La salida a los problemas siempre es cosa de dos.

“La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema”, decía Woody Allen