Volver a empezar

Cuando les escribo esta breve reflexión, Carles Puigdemont acaba de anunciar el nombre de su sucesor, Quim Torra, para ocupar la Presidencia de la Generalitat que nunca debió quedar vacante.

Como la historia ya no tiene vuelta atrás y tenemos una Catalunya completamente dividida, algunos pensamos que lo importante es intentar volver a la normalidad, aunque ésta tengamos que fingirla en el día a día de la convivencia y la rutina. Se trata, en resumen de conseguir la cuadratura del círculo, algo que siempre se ha dicho que es imposible para los seres humanos acostumbrados a romper el equilibrio de las cosas.

Como no soy independentista no espero que el Señor Torra me alegre la vida, pero sí que haga honor a su cargo y gobierne con equidad y eficiencia. Será mi President, y me cabrearé, como siempre lo he hecho con todos sus antecesores, si se le falta institucionalmente al respeto, lo cual no quiere decir que tampoco me gustará si el nuevo inquilino de Sant Jaume se empeña solo en imponer sus ideas y las de sus votantes.

Ojalá que tenga éxito y podamos volver a ser un solo pueblo en una Catalunya plural. Al gobierno de Madrid le tocará no poner trabas al deseo compartido de la mayoría de los catalanes de que hay que acabar con la actual situación en la que vivimos y por lo tanto, tendrá que arrimar el hombro, y el Juez Llarena revisar la instrucción.

Ha llegado el momento de enterrar los miedos y las desconfianzas y como en la película del año 81 de Garci: Volver a empezar. Como Vds. bien recordarán, el film no tuvo un gran éxito en su estreno, pero después, ganó un Oscar y el mundo del cine se rindió al genio del director asturiano. Algo que bien podría suceder a nivel político internacional si el Señor Torra y su Govern aciertan con sus decisiones y le van bien las cosas.