Arturo San Agustín publica 'En mi barrio no había chivatos' en la editorial Comanegra

Arturo San Agustín acaba de publicar 'En mi barrio no había chivatos' (Comanegra, 2016). En el libro, el escritor y periodista presenta un retrato de la Barceloneta y la monumental transformación que ha vivido desde principios de los años sesenta hasta la actualidad.

Para ello, se sirve de la propia experiencia -vecino del barrio, vivió en la antigua fábrica de gas El Arenal- y de las voces de muchos personajes míticos que, con apodos tan curiosos como El Capa, el Anxoveta, el Lata o el Chino, explican cómo era aquella Barceloneta marinera, pescadora y comerciante de la que ahora quedan pocos vestigios.

El estilo de San Agustín rememora el barrio de barracas que fue el Somorrostro, el silbido de las fábricas marcando el final del turno, las filas de obreros de cara tiznada, mono azul y boina, que pasaban la tarde en los bares o en las esquinas, mientras las mujeres lo miraban desde el balcón de su "cuarto de casa". Las barcas y los pescadores, protagonistas indiscutibles de esta crónica, ya se han habituado a compartir el puerto con los yates de apoderados y la playa con los turistas, a los que han de orientar e indicar donde encontrarán la mejor paella de la ciudad. Los paseos por la costa han quedado en una caminata hasta el Hotel Vela.

Así, este libro sobrepone dos imágenes: la Barceloneta de antes y la del siglo XXI, dos mapas con una fisonomía totalmente transfigurada debido al turismo y la especulación inmobiliaria y que San Agustín mira con dosis de nostalgia y crítica. 'En mi barrio no había chivatos' es un retrato de aquella dama descalza todavía estimada y, en gran parte, perdida para siempre. Pero, sobre todo, es una declaración de amor en la Barceloneta.