Más del 40% de los jóvenes niegan que el tabaco sea una una droga
Un estudio revela que uno de cada cuatro adolescentes ni siquiera considera que el trabajo sea adictivo | La investigación también delata la importancia de la formación para luchar contra el tabaquismo.
El 41,23% de los jóvenes considera que el tabaco no es una droga, el 76,36% cree que es una moda, un 26% opina que no es adictivo y un 11,39% que no afecta a la salud, según un estudio sobre la percepción del riesgo del tabaco en los jóvenes que se presentará este viernes en la V Jornada de Residentes de la Associació d'Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya (AIFiCC).
El estudio, que es la tesis doctoral de la directora de cuidados de enfermería en la Dirección de Atención Primaria Camp de Tarragona por el Instituto Catalán de la Salud (ICS), Cristina Rey, analiza la efectividad de un programa educativo para mejorar la percepción del riesgo del tabaco entre los adolescentes, ha informado la asociación este jueves en un comunicado.
Ha estudiado a unos 2.000 alumnos de ESO de 29 centros educativos de Reus i Tarragona, y ha hecho una intervención durante los cuatro años del ciclo formativo de ESO, desde el curso 2007-2008 al 2010-2011: se analizó el grado de percepción de riesgo del tabaco, se les pasó un cuestionario sobre tabaco y una prueba que mide el monóxido de carbono.
Después fueron separados aleatoriamente entre un grupo control --que recibió la formación/información habitual-- y un grupo intervención que recibió actividades educativas en relación a los peligros del consumo del tabaco, en cada uno de los trimestres del calendario escolar.
LA EDUCACIÓN COMO CLAVE
Un 14.9% de los jóvenes mejoró su percepción del tabaco después de la intervención. La probabilidad de tener intención de fumar o no, se incrementa de forma diferente según el tipo de percepción incorrecta sobre el riesgo del tabaco. De manera que los jóvenes que creen que fumar no es una droga tienen una probabilidad de iniciarse en el consumo del tabaco de 1.79 veces más que aquellos jóvenes que consideran que el tabaco si es una droga. Igualmente, los jóvenes que están totalmente en desacuerdo en que fumar perjudica la salud tienen una probabilidad de hasta 10.7 veces más de iniciarse en el consumo de tabaco respecto a los jóvenes que creen que fumar perjudica la salud.
También se observa que los adolescentes que están totalmente en desacuerdo en que fumar es adictivo tienen una probabilidad de 3.5 veces más que acabar fumando.
Por todo ello, la enfermera, autora del estudio Cristina Rey, que se presenta en el marco de la V Jornada de AIFICC de residentes en enfermería familiar y comunitaria, considera que "la intervención educativa de larga duración dirigida a los adolescentes y integrada en el sistema educativo se ha mostrado eficaz y efectiva para la mejora de la percepción del riesgo del tabaco, y esta mejora ha supuesto una tendencia a la disminución del consumo de tabaco entre los jóvenes de grupo intervención ".
Asegura, pero, que necesitan también otras estrategias que ayuden y refuercen las intervenciones educativas: "hay que desarrollar también estrategias de prevención dirigidas a edades tempranas para evitar la presencia de factores que puedan entorpecer los efectos de una intervención educativa. A la vez que desarrollar estrategias poblacionales para favorecer la disminución del consumo de tabaco en el entorno familiar y social de los jóvenes ".
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