Pedro Sánchez se fue caliente

Acabó el debate entre los tres candidatos socialistas, y el vasco Patxi se llevó, para vergüenza de los socialistas del PSC --que solo le otorgaron 500 avales-- los aplausos casi unánimes de todos los medios de comunicación.

También Susana Diaz salió airosa del trance, mostrándose como lo que realmente es, una política lista y capacitada para dirigir al PSOE a un lugar diferente al que defiende un Pedro Sánchez que recibió continuos reproches de sus dos compañeros, que lo enviaron varias veces al rincón del improvisado ‘ring’ de Ferraz con la cara bastante caliente, y que intentó ganar el debate con fotocopias de periódicos y que, al final, se quedó el último por sus errores y por los "zascas" que le propinaron sus otros dos compañeros, que no le perdonaron una.

Pero Vds. no me crean a mí, mírense los 'tweets' que corren por la red, martirizando al candidato de los popes del PSC con críticas sobre el moreno espléndido que lucía, o sobre su condición de "parado de lujo", que ha provocado las iras de quienes sí lo son en la vida real.

Por lo que se ve, la "María" andaluza, que tan poco gusta en la calle Nicaragua y en los alrededores del Ayuntamiento de Sant Joan d´Espí, del de Terrasa y hasta en el de Santa Coloma, no solo no es tonta sino que tiene carácter e ideas muy precisas, por lo menos tan claras como las de sus oponentes masculinos.

Me puedo llegar a imaginar una victoria de la mal llamada "candidata del aparato" el 21 de mayo y cómo al día siguiente esta y Patxi comienzan a coser el partido, verbo que no me gusta nada, sin que nadie, ni siquiera los que le han apoyado, echen de menos a Pedro, el listo de la clase, que por ser tan listo salió vapuleado de un debate al que él acudió pensando que iba a llevárselo de calle, para satisfacción del PP, que sabe que si gana Sánchez tenemos Rajoy por tiempo indefinido, por mucho que a mis queridos e "ilustrados" detractores del distrito 10 de Barcelona no les guste lo que aquí se escribe y menos aún el periodista que lo escribe.

Al menos, este humilde plumilla firma con su nombre, defiende una empresa privada y no se esconde detrás de correos ficticios a los que el propio internet ha definido como correo basura.

El domingo tendremos los resultados finales. A partir de ahí, el PSOE debe olvidarse de lo que ha pasado, comenzar a trabajar y hacerle un bonito entierro a los intereses personales de cada uno de los candidatos que han participado en tan poco fraternal "reyerta", si es que quiere recuperar la confianza, no de los militantes, que no son los que quitan o ponen gobiernos, sino de la mayoría de sus potenciales votantes, que son los que se le han ido en los últimos años a miles.

O eso... o desaparecer.