El tsunami del “procés” entra en la Mesa del Tercer Sector

La situación estresante que se está viviendo en Catalunya, es como un tsunami que arrastra todo lo que encuentra a su paso. Amén de unos cuantos políticos,- incluidos los consellers- que se ha tragado, ahora le toca de lleno a la Mesa del Tercer Sector Social de Catalunya que agrupa a más de 3.000 entidades sociales, entre otras; la ONCE, Cruz Roja y Cáritas.

Hace ya algún tiempo que existe  malestar en el colectivo y   desconfianza con  el presidente de la Mesa, Oriol Illa y algunos de los miembros de su Junta,   a los acusaban de tener una  estrecha relación con el gobierno de la Generalitat que impede una respuesta contundente contra las políticas sociales que están llevando a cabo el gobierno de Puigdemont y Junqueras.

La situación insostenible que viven muchas entidades sociales por la falta de recursos económicos al  no perciben las subvenciones de la Generalitat, ha provocado situaciones muy tensas en la Mesa, hasta llegar a la dimisión de Illa y toda su junta.

De momento, se ha creado una Junta provisional que preside, Enric Morist, de Cruz Roja y siete representantes de otras entidades.

Enric Morist, al que llaman el corcho, es una persona que suele cargarse a sus posibles adversarios y juega como nadie,  al saberse respaldado por la marca Cruz Roja. Pero él sabe que cuenta con personas a las que no les gusta sus métodos, por muy Cruz Roja que sea. Habrá que esperar a la asamblea que se celebra en octubre para elegir al nuevo responsable y a su equipo. Eso sí, Morist hará todo lo posible para que el cargo que ahora ocupa, no sea provisional.

Con los problemas y dificultades que tiene este sector, solo le faltaba una guerra interna que debilitará a un sector,  maltratado y con  problemas.

Alguien decía que “ cuando la política entra por la puerta, la tranquilidad sale por la ventana”. No le faltaba razón.

Esperemos que las presiones, de un lado y de otro, dejen ya de producirse, y que el trabajo, las prioridades con las personas, especialmente los más desfavorecidos, ocupen el primer lugar de las prioridades de este Govern que lleva sin gobernar ya demasiado tiempo.