Temor entre críticos del PSOE ante el crecimiento de Cs que piden a Sánchez una reflexión
La remontada que auguraba Pedro Sánchez en la recta final de la campaña electoral del 21D quedó en un estancamiento del PSC que sumado al auge de Ciudadanos preocupa en Ferraz.
Pedro Sánchez y Miquel Iceta en el cierre de la campaña del 21D
La remontada que auguraba Pedro Sánchez en la recta final de la campaña electoral del 21D quedó en un estancamiento del PSC que sumado al auge de Ciudadanos preocupa en Ferraz.
Las direcciones del PSOE y del PSC reconocen que los resultados de las elecciones catalanas no son los que esperaban. No obstante, los primeros análisis apuntan hacia una cierta satisfacción por una tendencia al crecimiento que, aunque tímidamente, asoma en Cataluña por primera vez en 18 años.
Sin embargo, en ciertos sectores del PSOE los resultados del 21D merecen un análisis más profundo y una reflexión sobre el discurso territorial del partido y sobre sus expectativas para el nuevo ciclo electoral que arrancará en un año. La preocupación sobre el auge de Ciudadanos es manifiesta, así como con el temor de que la formación de Rivera y Arrimadas erosione las previsiones más optimistas de los socialistas.
En cualquier caso, en Ferraz insisten en que la situación de Cataluña, y especialmente ahora, no se puede extrapolar al resto de España: defienden que, en una situación muy polarizada, los votos se han ido a los extremos y ha calado la idea de que la lista de Inés Arrimadas representaba el voto útil. Pero, además, defienden que a quien más daño le hace este partido es al PP. Según comentó Pedro Sánchez este viernes, el partido de Albert Rivera "compite" con el PP, porque no lo hace "en la izquierda". En el espacio del PSOE, dijo "hace tiempo ya quedó dirimida cuál es la alternativa que querían los ciudadanos catalanes y el conjunto de españoles".
Sin embargo, para algunos socialistas, este análisis pasa por alto que mientras el PSC ha pasado de los 16 a los 17 escaños, el partido naranja ha subido de los 25 a los 37. La cuestión es que la mejora de los socialistas catalanes solo alcanza hasta llegar hasta su segundo peor resultado. Resultados que señalan como responsables a Pedro Sánchez y a Miquel Iceta.
Estas mismas fuentes defienden que sus compañeros catalanes y la dirección federal deberían preocuparse por el color naranja que ha teñido el "ya mítico" cinturón rojo catalán. Y tener en cuenta que Ciudadanos ha crecido en una sociedad "más progresista y de izquierdas" que la media de muchos otras comunidades en las que gobierna el PSOE. No ha funcionado, señalan, los duros ataques que han buscado situar a esta formación "en la extrema derecha".
Según revela la publicación digital ‘Vozpópuli’, para dichos sectores críticos el resultado del 21D es un mal arranque para el objetivo socialista de volver a La Moncloa: un 13,9%, con una participación de casi el 82%, es "una catástrofe", lamentan algunos socialistas. Además, contradice el mantra que repetían hace una semana en la dirección socialista, convencidos de que desde las primarias del 21 de mayo, el PSOE ha subido tres o cuatro puntos en toda España, un crecimiento que ven ya estructural. Y que a la primera no se ha cumplido.
Pero, más allá de la amenaza de Ciudadanos y del temor de que se visualice no como el rival en su espectro político, sino como la alternativa al PP (y algunos socialistas hablan de sondeos internos en los que el partido de Rivera aparece como el primero en intención directa de voto), en algunos sectores del partido se cuestiona el discurso transversal del PSC y su estrategia en esta campaña, en la que, más allá del "error mayúsculo" de defender indultos para los presos independentistas, creen que se ha "pinchado" en el objetivo de atraer a un votante catalanista moderado.
Los socialistas catalanes ha dedicado demasiados esfuerzos, consideran, a un electorado que "sencillamente no existía" y con un discurso que pretendía contentar a demasiados. "En el PSC deberían aceptar de una vez que las tibiezas y los complejos no nos llevan a ninguna parte", apunta un veterano socialista. El arriesgado discurso territorial, estrenando incluso la plurinacionalidad en los Estatutos del PSOE, advierte otro, "no ha servido de mucho" en Cataluña y no se puede esperar que vaya a ser un discurso provechoso en el resto de España.
Pero, por el momento, los reproches se cruzan en privado y, en público, ningún dirigente ha querido hacer sangre de los malos resultados de sus compañeros ni señalar al secretario general, que, en su primera valoración, tras reunirse con la dirección del PSC, evitó ayer cualquier autocrítica. En su opinión, estas elecciones dejan el balance de que sólo los socialistas pueden ofrecer el "proyecto de reconciliación" que necesita España.
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