Forcadell será diputada en el Parlament y defiende que lo presida alguien sin procesos judiciales
"Dejo la presidencia del Parlament, pero no abandono la política en ningún caso. Seguiré trabajando para hacer un país mejor, más justo".
Forcadell no repite como presidenta del Parlament
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha anunciado este jueves que no repetirá en el cargo en la nueva legislatura tras las elecciones del 21 de diciembre y ha defendido que le releve alguien que no tenga abiertos procesos judiciales.
En rueda de prensa en la cámara catalana, Forcadell ha defendido que la persona que tenga su cargo "no tenga procesos judiciales abiertos". "El nuevo presidente o presidenta del Parlament tiene que estar en disposición de defender la institución".
Forcadell ha destacado que deja la presidencia del Parlament pero continúa en la vida política, y es que seguirá como diputada de ERC. "Considero que he cerrado un ciclo", ha asegurado.
"Dejo la presidencia del Parlament, pero no abandono la política en ningún caso. Seguiré trabajando para hacer un país mejor, más justo, democrático y libre que todos queremos y que estoy segura que conseguiremos", ha recalcado.
"En un Parlament se tiene que poder hablar de todo, no me cansaré nunca de decirlo. Las personas que lideren esta institución lo deben garantizar", ha defendido.
Se ha declarado "orgullosa" por no ceder y mantenerse "firme" para garantizar el "debate libre en este Parlament" y "preservar la soberanía del Parlament".
Ha añadido que la decisión de no repetir como presidenta es personal y no tiene nada que ver con otras cuestiones, y ha dejado claro así que empieza un nuevo camino como diputada, con una responsabilidad diferente pero "con la misma fuerza y voluntad de servicio público".
El anuncio de Forcadell se produce el mismo día en que declaran ante el Tribunal Supremo los encarcelados Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
PERFIL: LA PRESIDENTA QUE AVALÓ DECLARAR LA REPÚBLICA
Nacida en Xerta (Tarragona) en 1955, afincada en Sabadell (Barcelona) y militante de ERC, su carrera política se desarrolló en el anonimato como concejal en esta ciudad de 2003 a 2007, y en 2012 se puso al frente de la recién creada Assemblea Nacional Catalana (ANC), que se convirtió rápidamente en una organización con gran influencia en el proceso soberanista.
La ANC pilotada por ella organizó la multitudinaria manifestación de la Diada de 2012, la primera gran marcha que reclamó la independencia y que supuso el inicio de unos 11 de Septiembre marcados por las movilizaciones a favor de un Estado catalán.
Desde la entidad buscó influir en el proceso soberanista desde el primer día, como cuando, semanas antes de la consulta del 9 de noviembre de 2014, exigió el Govern que no diera ningún paso atrás a la hora de convocar a la ciudadanía: "Presidente, ponga las urnas".
Dejó de presidir la ANC en la primavera 2015, al agotar el mandato que fijan los estatutos de la organización, y, cuando parecía que pasaba a un segundo plano de la línea política, recibió una oferta que le aupó de nuevo al foco político y mediático.
El entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, le ofreció ser la número 2 de JxSí a las elecciones catalanas de septiembre de 2015, situada en la lista tras Raül Romeva y por delante de la entonces presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals.
Tras vencer JxSí las elecciones, fue propuesta como candidata a presidir el Parlament y, tras lograr los apoyos para ser investida, su primer discurso en la Cámara acabó con una frase que entonces generó impacto: ¡Viva la república catalana!".
Allí se inauguró una legislatura convulsa con múltiples contenciosos con el Tribunal Constitucional y también con varias querellas en su contra que le han llevado a declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y ante el Supremo (TS), dos procesos aún en marcha.
El punto álgido llegó el 27 de octubre de 2017, cuando, en contra de la opinión de los letrados y de los grupos de la oposición, avaló que la Cámara debatiera y votara la declaración de la República, lo que luego desencadenó la intervención de la Generalitat y del Parlament desde el Gobierno central.
A sus detractores siempre ha replicado que, como presidenta, no podía permitir que el Parlament actuara como "órgano censor", es decir, que la Mesa que ella lideraba fuera la responsable de vetar que algunos temas polémicos llegaran a debatirse en la Cámara.
También ha buscado que su mandato fuera el de la transparencia y el de la reforma horaria: impulsó un registro para los lobbies que quieren influir en la actividad parlamentaria, y comprimió el horario de los plenos para que no acabaran muy tarde y poder compatibilizar la vida laboral con la familiar -algo que no siempre se logró, ya que algunos plenos polémicos acabaron de madrugada-.
Licenciada en Filosofía y en Ciencias de la Comunicación por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), es catedrática de Enseñanza Secundaria, y trabajó como asesora en lengua y cohesión social en la Conselleria de Enseñanza de la Generalitat.
Seguirá en política, ya que mantiene el escaño que logró al ser la candidata número 4 de ERC en la lista por Barcelona en las pasadas elecciones, en la que se volcó en la campaña de los republicanos para defender a ERC como "voto útil" para frenar la aplicación del 155.
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