“Cera: 500 hores de vol és”, una acción dramática de Carlos Gallardo
El Centre de les Arts Lliures de la Fundación Joan Brossa presenta una acción dramática con eje en el mundo de las abejas y en el primer soporte de la escritura humana que fue la cera
El espectador que acude a la Fundació Joan Brossa encuentra justo al entrar en la sala grande la planta baja de su Centro de les Arts Lliures una mesa sobre la que se ha dispuesto una bandeja con una pequeñas cucharillas desechables, debidamente colocadas. Cada una de ellas contiene una pequeña degustación de miel y no tiene otro objeto que el de crear una primera sensación, en este caso gustativa. Del mismo modo que seguidamente y una vez se apaguen las luces de la sala, el espectador será receptor de otras experiencias sensoriales, visuales y auditivas. Entre tanto y mientras espera el inicio de la función, por mejor decir de la acción dramática, observa cómo sobre el espacio escénico hay un mostrador tras el cual Carlos Gallardo acciona varios peroles. Rápidamente sabremos que lo que prepara es cera y miel, los dos productos generados por las abejas, puesto que la acción ideada por dicho intérprete, conjuntamente con Dora Cantero y dirigida por el primero con Jordi Font y Nina Solá, se titula “Cera: 500 hores de vol és”, dígitos que no son gratuitos, sino que expresan la vida de las abejas medida por las horas de vuelo que son capaces de mantener.
Según nos explican “és un homenatge a la cera i a les segones oportunitats, per petites que siguin. A les abelles i les apicultores, només elles saben bé el que val la cera… i la vida”. De este modo, se ha concebido “una peça poètica a partir de la utilització d’un material que ha acompanyat l’ésser humà des de l’origen dels temps mitjançant l’escriptura i la cultura: la cera. A “Cera: 500 hores de vol” la fa servir de manera metafòrica per explorar-ne les possibilitats narratives i poètiques i, a través d’un treball corporal i objectual de moviments precisos, parlar de com les segones oportunitats es graven al nostre cos i dibuixen el paisatge d’una vida”.
Gallardo se desenvuelve de forma poliédrica diciendo el monólogo, creando figuras de cera, moviéndose, incluso bailando o interpretando canciones -las hay de cariz romántico, pero también una briosa jota murciana- en un texto que, pese a lo que invita a pensar el título, es en buena medida en castellano. Todo ello suscita una cierta perplejidad que no deja de resultar atractiva al menos por la originalidad de una propuesta que rompe con muchos esquemas convencionales y que fue la ganadora de la convocatoria abierta Hermann Bonnín de 2023 en la modalidad de poesía escénica.
Escribe tu comentario