Putin amenaza a Ucrania: ha avisado que seguirá probando el misil hipersónico Oreshnik
Es un arma de alcance medio de entre 3.000 y 5.500 kilómetros que, según avisa, es capaz de eludir cualquier sistema de defensa actual
Rusia ha intensificado su ofensiva en el conflicto con Ucrania. El presidente, Vladimir Putin, ha avisado que seguirán probando el misil hipersónico Oreshnik, un arma de alcance medio de entre 3.000 y 5.500 kilómetros que, según avisa, es capaz de eludir cualquier sistema de defensa actual. Este misil, con capacidad nuclear, fue lanzado recientemente contra un emplazamiento militar en Dnipró, Ucrania, como respuesta a ataques realizados con misiles suministrados por Estados Unidos y Reino Unido.
Putin ha destacado que la producción en serie del Oreshnik está en marcha y ha advertido que Rusia se reserva el derecho de atacar instalaciones militares en países cuyas armas sean utilizadas contra su territorio. Estas declaraciones han incrementado las tensiones internacionales, ya que Moscú considera que el apoyo armamentístico occidental convierte a los países de la OTAN en participantes directos del conflicto.
La ofensiva rusa y el lanzamiento del Oreshnik han suscitado reacciones inmediatas en la comunidad internacional. La ONU calificó esta acción como una "evolución preocupante", mientras que China instó a todas las partes a actuar con calma y moderación. Sin embargo, Volodimir Zelensky criticó la posición china, considerándola insuficiente frente a la gravedad de las acciones rusas, y enfatizó la necesidad de una respuesta contundente por parte de la comunidad internacional.
El presidente ucraniano también ha solicitado a sus aliados un refuerzo urgente de los sistemas de defensa antiaérea para protegerse de los ataques rusos. Ucrania, que sigue dependiendo en gran medida del apoyo militar occidental, ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos para asegurar un suministro constante de armamento avanzado. Tras el reciente ataque en Dnipró, Kiev ha reiterado que su resistencia depende de un respaldo más decidido frente a la agresión rusa.
El contexto geopolítico añade más presión a ambas partes. Con la toma de posesión de Donald Trump en enero, quien ha prometido negociar un acuerdo de paz aunque sin ofrecer detalles concretos, tanto Rusia como Ucrania buscan consolidar una ventaja estratégica en el campo de batalla antes de esa fecha. Mientras Moscú sigue justificando posibles ataques a instalaciones en territorio extranjero, Ucrania redobla sus esfuerzos para obtener apoyo militar y político de sus aliados occidentales.
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