¿Humor o vandalismo? Polémica por la moda de poner ojos saltones en obras de arte público
La administración advirtió que los ojos de plástico, encontrados en al menos ocho instalaciones de arte público, generan problemas técnicos y económicos
El ayuntamiento de Bend, en Oregón (EE. UU.), ha solicitado a los residentes de la localidad que cesen la curiosa práctica de colocar ojos saltones en las estatuas de la ciudad. A pesar de que algunos lugareños defienden esta iniciativa como algo divertido y extravagante, las autoridades aseguran que retirar los adhesivos tiene un coste económico y podría acabar suponiendo mucho dinero para las arcas municipales.
En un comunicado publicado en su cuenta oficial de Instagram, la administración advirtió que los ojos de plástico, encontrados en al menos ocho instalaciones de arte público, generan problemas técnicos y económicos. “Aunque los ojos saltones colocados en las diversas obras de arte de la ciudad pueden hacerte reír, cuesta dinero quitarlos con cuidado para no dañar las esculturas”, explicaron en la publicación. Además, invitaron a los vecinos a abstenerse de utilizar adhesivos y otros elementos que puedan comprometer la integridad de las obras.
El aviso, sin embargo, generó un acalorado debate en redes sociales. Muchos vecinos consideraron que los ojos saltones aportan un toque humorístico e inofensivo a las esculturas, mientras que otros respaldaron la postura del municipio.
René Mitchell, portavoz del municipio, subrayó que el adhesivo utilizado para fijar los ojos puede afectar el revestimiento metálico de las estatuas, comprometiendo su conservación. Además, reveló que la ciudad ya ha invertido más de 1.500 dólares en la eliminación de estos elementos decorativos en varias obras de arte.
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