Día Mundial del Docente: "Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida"

El 5 de octubre se celebra, como cada año desde 1994, el Día Mundial de los Docentes, una jornada que debe servir para reconocer la tarea que llevan a cabo los y las profesionales que se dedican a la enseñanza, en cualquiera de sus modalidades y para alumnos y alumnas de cualquier franja de edad.

Ellos y ellas son las personas que se encargan de formar a las generaciones futuras, transmitiendo los conocimientos, orientándolos en sus decisiones y siendo una parte importante de su desarrollo, tanto académico como personal.

Por ello, Catalunya Press ha querido hablar con dos de ellos; se trata de Andrea, una profesora de Primaria de un colegio de Barcelona y Javier, un profesor de Secundaria y Bachillerato de un instituto del Baix Llobregat.

Un punto en el que ambos coinciden en que su profesión les llena. "Pienso en lo importante y gratificante que es la mayoría de las veces", asegura Andrea, mientras que Javier apunta que "pronto hará 5 años que empecé y pienso que es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida".

Sin embargo, ejercer no está exento de dificultades. "Muchas otras no es fácil e incluso llega a ser desesperante, todos vemos la falta que hacen más recursos, personal, el apoyo de las familias…", asegura la maestra de Primaria, que añade que "no podemos olvidar que (los estudiantes) pasan con nosotros muchas horas y que la escuela es una pieza clave para su desarrollo intelectual y emocional".

Javier coincide en el diagnóstico y añade que "las tres principales dificultades que mis compañeros y yo detectamos son el difícil diálogo entre las demandas constantes de innovación pedagógica y las limitaciones del día a día en el aula real, la complicada gestión de la introducción de la digitalización en los centros y en el proceso de aprendizaje, y la necesidad de encontrar unos mínimos comunes denominadores entre familias y docentes en un mundo cada vez más acelerado".

De hecho, el docente hace un símil peculiar. "En muchas ocasiones sentimos como si se nos pidiera jugar como el Barça de Guardiola cuando a menudo no sabemos ni si seremos 11 jugadores en el campo cuando comience el partido", reflexiona.

CAMBIOS Y MEJORAS

Otro punto en el que coinciden es el malestar que genera en la profesión los cambios que sufren por parte de las instituciones. "Encima del trabajazo que hacemos curso tras curso a menudo cambian las leyes", dice Andrea, molesta, apuntando que en muchas ocasiones parecen decisiones motivadas "para decir que hacen algo con el dineral que cobran (los políticos)".

Por su parte, Javier dice que son muy necesarias "mejoras poco glamurosas como ampliar las plazas de formación profesional, flexibilizar los recorridos curriculares a partir de ciertas edades, incrementar las plantillas de orientadores y psicólogos en los centros, o dotar de suficientes recursos a los servicios sociales como para que puedan intervenir en situaciones que escapan completamente a la capacidad de gestión", antes que otras "que se anuncian a bombo y platillo".

Sea como sea, el profesor de Secundaria y Bachillerato concluye la conversación diciendo que "no quiero caer en el pesimismo, mañana tengo clase y iré con ilusión, algo que espero seguir diciendo en los próximos años".

Por su parte, Andrea dice que aunque en muchas ocasiones están "solos ante el peligro, seguiremos en la lucha, sin ayuda, pero con mucho amor y cariño, con la finalidad de ver como nuestros alumnos crecen, aprenden y se convierten en buenas personas".