La ANC siempre vuelve por Navidad con un regalo nada dulce

Carmen P. Flores

Assemblea Nacional Catalana


Las etiquetas, los bandos de buenos y los malos. Los inteligentes y los tontos. Los que han nacido en un sitio u otro que le dan "categoría" de superioridad. El estar callado por miedo al qué dirán. Sonreír o dar una palmadita a alguien que tiene poder y puede hacer la puñeta. Son elementos más que suficientes para definir a quienes lo practican. ¿Son actitudes normales? Seguramente un psicólogo podría hacer un diagnóstico de ello.


Hace ya unos cuantos días, se filtraban algunas informaciones que hablaban de la postura de la ANC con las empresas del Ibex, después de que algunas de ellas hayan decidido trasladar sus sedes sociales fuera de Catalunya debido a la inestabilidad política. Este jueves, lo que podría parecer una acción más propia de un grupo de amiguetes que se han reunido para fumarse unos porros y después del subidón eufórico deciden que solo ellos pueden arreglar el mundo. O quizás son proyectos más propios de una secta, se ha convertido en una triste, penosa e irresponsable realidad: la ANC ha presentado una campaña cuyo fin, dicen ellos, es promover "el consumo estratégico" por la república catalana. Dan por supuesto que toda la ciudadanía tiene la obligación de pertenecer al club. Esto realmente es una auténtica locura, un sinsentido.


Cuando se hacen listas negras, se marca a la gente como seña de identidad, es que algo no funciona y lleva al país que lo práctica al desastre social, económico y político. 


¿Quién es la ANC para señalar a las buenas y malas empresas? ¿Quién les han elegidos a ellos? ¿Se ha planteado que en esas empresas que quiere condenar al boicot trabajan miles de ciudadanos de Catalunya que deben mantener a sus familias? A ellos, a los que dirigen la ANC que viven de esta comedia que puede terminar en tragedia, habría que preguntarles si realmente les interesan las personas, ¿Por qué no se dedican, por ejemplo, a reivindicar las mejores de los profesionales de la sanidad, a los que tienen soliviantados por los recortes, las falsa promesas, los incumplimientos constantes, y que ya han convocado una huelga? Eso no es importante.


La campaña de listas negras y boicot a las empresas que no llevan el brazalete negro de apoyo al procés coinciden con la ya tradicional campaña de Navidad, en la que los comerciantes y empresarios esperan vender más sus productos, sobre todo los que tienen una relación más directa con estas fechas: cavas, vinos, turrones , regalos, etc. ¿Alguien lo ha pensado? 


¿ Han tenido en cuenta que las empresas de los considerados "patriotas" que figuraran en esa lista nazi pueden sufrir el boicot no solo de muchos españoles, sino de los otros catalanes que intenta tapar, que no comulgan con ellos?


Mientras esto sucede, ¿qué hace y dice el gobierno de Torra? ¿Alguien va a abrir la boca  van hacer alguna cosa para frenar esta campaña de irresponsables que lo único que pretende es cargarse la economía , los puestos de trabajo y la salud mental de los catalanes?


Al final, la ANC siempre vuelve por Navidad.

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