El exdiputado y jurista Alfons López Tena compara la actual Catalunya con Turquía
En un ensayo, el jurista valenciano exindependentista explica que Catalunya vive la misma situación de amenaza que Turquía, Hungría, Polonia o Serbia bajo el mandato de los independentistas, donde la mayoría étnica reprime y silencia a los ideales disidentes.
El ‘procés’ vuelve a tildar al gobierno español de antidemocrático y dictatorial en su manifestación contra el juicio del 1-O. El jurista y exdiputado de Convergència Alfons López Tena, comparar la situación actual del independentismo en Catalunya con la represión que sufren las etnias minoritarias por parte de sus gobiernos y su mayoría social en países como Turquía, Hungría, Polonia o Serbia, en un ensayo.
"Tantos años de gobierno han permitido centralizar el poder, monopolizar los medios de comunicación y levantar una red clientelar. También ha creado una nueva burguesía caracterizada por la docilidad y la predilección por los favores políticos en lugar de las habilidades comerciales". "Una mafia política trata de enriquecerse gobernando un país. Tal gobierno debe ocultar lo que está haciendo realmente. Para conseguirlo, sepulta al populacho en mentiras, y eso solo se logra socavando las instituciones, intimidando a los medios y teniendo gente a sueldo".
"Su autoestima parece esencial para sobrevivir a lo que de otra manera los asaltaría como una oleada tras otra de disonancia cognitiva: declaraciones en un sentido sabiendo que la realidad es todo lo contrario. Seguramente la disonancia los volvería locos, de modo que la única solución es creerse lo que dicen".
Así considera López Tena que se siente Catalunya en su conflicto con España, citando a Zselyke Csaky, directora de investigación de Freedom House, sobre Hungría; a Vesna Pešić, socióloga y exlíder opositora en Serbia y a Zia Haider Rahman, escritor e investigador en Harvard, y hace referencia a la India.
“¿Por qué entonces suena esa música a cosas que se denuncian en Cataluña? "Porque son síntomas del mismo fenómeno. Sociedades gobernadas por un populismo autoritario", afirma López Tena, apoyándose en otros analistas políticos que también comparan al ‘procés’ con lo que hace Trump en Estados Unidos o el Brexit.
En su libro 'La democracia constitucional en el siglo XXI', López Tena expone que si Catalunya tuviera poder sobre una fuerza de estado, como un ejército o el control total de la policía, haría lo mismo que hace Erdogan en Turquía. “Al Govern, solo le falta convertirse en un régimen autoritario”, considera Tena, quién precisamente fue uno de los líderes del independentismo en el Parlament hace 9 años y hoy lo repudia.
"Empecé a detectar su auge tras la victoria de Narendra Modi en las elecciones de India en 2014". "Luego hemos visto cómo se extendía en países como Polonia, Turquía, Hungría o recientemente Gran Bretaña y Estados Unidos. Cataluña es solo una más de esas expresiones", explica López Tena, argumentando que el auge del sentimiento nacionalista de Catalunya es una reacción de sus élites a la globalización.
Para Tena, la burguesía catalana responde a la actual sociedad de la meritocracia apretando sus filas con un discurso agresivo hacia los extraños que puedan quitarles sus estatus, es decir, todos aquellos que no comulguen con el independentismo y crean en Catalunya como un territorio abierto a lo plurinacional.
El Govern independentista busca ampliar su red clientelar, convenciendo a entidades educativas y culturales transversales, como antes podía serlo Òmnium Cultural, al igual que con las empresas vinculadas a la antigua Convergència, siendo este el ‘adoctrinamiento’ al que se refieren las fuerzas opositoras a la independencia en Catalunya desde hace años, según explica López Tena.
"Si uno mira el tejido empresarial catalán, no verá ninguna gran empresa catalana nacida en los últimos 30 o 40 años. Grifols puede ser la única excepción. El resto de buques empresariales catalanes, aquello por lo que Cataluña siempre se ha sentido más moderna y superior al resto de España, se crearon durante la autarquía y el tardofranquismo. Desde entonces, con la llegada del nacionalismo 'pujolista', Cataluña no ha hecho nada a nivel empresarial debido a ese estado de ensimismamiento y rechazo a la modernidad: se ha seguido privilegiando a los miembros de la red clientelar por encima de criterios meritocráticos". ¿Y por qué ha sucedido esto? López Tena argumenta que "ese campo de juego abierto promocionaría el tipo equivocado de personas, que escalan socialmente y no son sumisas. Gente que no es de los nuestros".
Armas para evitar la globalización que atemoriza al independentismo catalán
Según López Tena, los mecanismos de defensa independentista ante la globalización que podría desbancar la tradicional burguesía catalana son dos:
1. Mostrar superioridad ante España y el Mundo para esconder la realidad actual que los podría sacar de la élite catalana.
2. Utilizar un nacionalismo exacerbado para unir a la gente, y que esta masa no pueda pensar por si sola y avanzar con un criterio propio, asumiendo el discurso político y mediático.
De esta manera, López Tena explica que el independentismo genera una disonancia cognitiva entre la realidad y ‘su’ realidad para hacerla creer a sus adeptos que su sentido de identidad está amenzado con expresiones como ‘el pueblo catalán’ o el constante empleo de la palabra ‘antidemocrático’, en referencia a la comparación con el resto de España.
"El argumento es que los malvados españoles y su quinta columna en Cataluña, que envenena a los buenos catalanes, tienen la culpa de todos los males. Una mezcla de bravuconadas, desprecio y absoluta falta de pensamiento y mucho menos de crítica, alimenta a un pueblo convencido de su misión de ofrecerle al mundo el modelo definitivo de bondad y superioridad moral: ellos mismos. No hay interés alguno en los demás, y mucho menos signos de empatía", expone el ensayo de López Tena, que justifica que la exposición idónea de este narcicismo es perseguir la independencia, para poder ir pidiendo paulatinamente más concesiones al estado español a base de extorsiones.
Así, se configura, según el autor, el escenario actual: “un desfile de aburridos y maniáticos catalanes frente a otro desfile de españoles molestos; estos últimos contrarios a dejar marchar a los catalanes, los primeros contrarios a marcharse por su cuenta”, compara López Mena, y haciendo que la sociedad española sea vea enredada en un conflicto de una de sus comunidades autónomas muy resonante que simplemente paraliza al país.
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