Sánchez descarta conceder algún ministerio a Podemos pese a la insistencia de Iglesias
La vicepresidenta Carmen Calvo ha afirmado que es lo natural ya que ambas formaciones no suman como en Valencia y es preferible "trabajar juntos en el Parlamento" que compartir el Gobierno.
"Responsabilidades político administrativas importantes". Con esta fórmula aséptica se ha referido Carmen Calvo a la oferta que el PSOE ha lanzado a Podemos para que los 'morados' voten favorablemente a la investidura de Pedro Sánchez.
"Desde luego, no serían responsabilidades en el Consejo de Ministros, pero sí responsabilidades político administrativas importantes, como corresponde en un país como el nuestro, para hacer una labor de carácter político importante", ha resaltado Calvo. La vicepresidenta ha insistido en que la fórmula del Gobierno de cooperación que Sánchez ha ofrecido a Iglesias es "bastante fácil de entender", máxime cuando el PSOE y Unidas Podemos han estado durante "un año trabajando juntos en el Parlamento" y de que los números entre ambas organizaciones no suman como en la Comunidad Valenciana.
Las palabras de Calvo no han sentado nada bien en la formación 'morada', que pretende llevar mucho más allá el "gobierno de cooperación" de la que se habló hace una semana. El secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, ha recordado a Calvo que la negociación tanto de las medidas como del equipo de Gobierno es un 'pack' en el que va todo junto, y espera que Pedro Sánchez "no traicione la ilusión" que los ciudadanos depositaron en las urnas el pasado 28 de abril.
Sin embargo, el PSOE presiona para lograr una participación mínima de los podemitas en el nuevo Ejecutivo. Hay dos claves que explican esta precaución socialista a la hora de pactar con Podemos. Por un lado, un Gobierno decididamente influenciado por Podemos alejaría las abstenciones de Coalición Canarias y Navarra Suma, necesarias para que la investidura salga adelante sin contar con los independentistas.
Asimismo, el Gobierno espera que con el paso del tiempo la relación con el PP y Ciudadanos mejore e incluso se puedan pactar leyes conjuntas en asuntos de Estado. Un Ejecutivo con presencia de ministros de Podemos daría una imagen demasiado escorada a la izquierda para lograr gestionar esta geometría variable en el Congreso e impediría la hipotética y no descartada abstención de Cs o PP en sucesivas rondas de investidura.
NAVARRA SUMA... E IMPORTA
En este enrevesado panorama de negociaciones cruzadas, ayer se produjo un suceso que puede dificultar aún más el pacto con Podemos. El parlamentario de Geroa Bai, Unai Hualde, resultó elegido como presidente del Parlamento de Navarra después de que finalmente recibiera los votos del PSN gracias a un acuerdo de última hora alcanzado entre ambas formaciones.
Geroa Bai es la marca foral del PNV y es una de las fuerzas navarras que presionan para lograr un acuerdo que desbarate los planes de UPN para gobernar en la autonomía. Con todo, la cuadratura del círculo es diabólica: si el PSOE se decanta en Navarra por pactar con Geroa Bai, Podemos y lograr la abstención de Bildu, los regionalistas navarros ya han asegurado que no concederán su voto a Sánchez.
Pero esto obligaría al PSOE a vincularse aún más con Podemos, alejando a su vez la posibilidad de una abstención de PP y Ciudadanos. De resultas de este encaje de bolillos, los socialistas podrían tener que ganarse el favor de los independentistas para que Pedro Sánchez revalidase su cargo, algo que han tratado de evitar desde que se abrieron las urnas hace dos meses.
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