El Consistori acusará a CDC por su implicación en el caso Palau
Los representantes del Ayuntamiento de Barcelona y del Ministerio de Cultura se han impuesto ante la abstención de CDC y los cuatro votos en contra de los miembros del Orfeó Català.
El Consorci del Palau de la Música ha decidido este martes acusar a CDC en el caso Palau por el cobro de presuntas comisiones, algo que ha apoyado el Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Cultura y parte de los representantes del Orfeó Català, mientras que la Generalitat se ha abstenido.
Lo ha explicado este martes a los medios el teniente de alcalde Jaume Asens junto al gerente municipal de Recursos, Joan Llinares, tras la reunión extraordinaria del consorcio convocada a petición de la alcaldesa, Ada Colau.
Como ya hicieran en el Parlament los miembros del PDeCAT, los tres representantes de la Generalitat se han abstenido, y los dos del Ministerio han votado a favor, igual que los del Ayuntamiento. Por su parte un miembro del Orfeó ha votado a favor y otros cuatro en contra, por lo que en total ha habido cinco votos a favor, cuatro en contra y tres abstenciones.
Tras esta decisión, el Consorci del Palau podrá cambiar sus conclusiones en una sesión judicial el viernes, después de que la Generalitat rechazara acusar a CDC en una primera reunión del consorcio a mediados de mayo.
MOMENTOS TENSOS
"Se ha hecho un acto de responsabilidad", ha asegurado Asens, que ha agradecido a la Generalitat y al Gobierno central la posición que han adoptado, y que permite al Consorcio acusar a CDC y reclamar los 6,6 millones de euros en la ejecución de la sentencia e intentar que puedan reintegrarse en el Palau de la Música.
Asens ha insistido en que ha sido un acto de justicia y en que se ha hecho valer el derecho del Consorcio de personarse como perjudicado ante un tribunal, y ha subrayado que es un acto de coherencia de la Generalitat y del Gobierno central y del miembro del Orfeó Català que ha votado a favor.
Ha explicado que la reunión ha tenido momentos de "mucha cordialidad y otros tensos en los que ha habido reproches", aunque siempre sin perder la compostura, pese a que se han cruzado acusaciones por haber instrumentalizado políticamente este asunto, y ha explicado que el Ministerio de Cultura y el Govern han leído sendos textos para justificar sus posiciones.
En relación al argumentario de la presidenta del Orfeó Català, Mariona Carulla, al emitir su voto en contra de acusar a CDC, Asens ha dicho que ha considerado que "no hay elementos para cambiar la posición que adoptó en la anterior reunión", y que ha puesto en cuestión que hubiera indicios suficientes para acusar.
"La posición de defender que no hay indicios es la de la defensa", ha defendido el teniente de alcalde, que ha insistido en que no se pueden confundir las posiciones, por lo que si hay elementos que lo permiten, se debe acusar, y que debe ser el tribunal el que decida si se condena o no a CDC.
UN REFLEJO DE LA DIVISIÓN DE JXSÍ
Asimismo, Asens ha aseverado que en este caso existe un "un conflicto de intereses", ya que el PDeCAT ve sentado en el banquillo de acusados al partido del que procede, CDC, y a la vez forma parte d el Govern de la Generalitat, que cuenta con tres votos en el Consorcio.
Asens ha puesto "en valor este acto de responsabilidad y coherencia" de la Generalitat con el mandato del Parlament, que instó la semana pasada al Govern a acusar a CDC aprobando una propuesta de resolución de la CUP y otra de SíQueEsPot, con el apoyo de todos los grupos menos el PDeCAT, que se abstuvo, y el rechazo de dos independientes de JxSí.
Ha dicho que la decisión del Govern representa una "buena noticia para los militantes y simpatizantes del PDeCAT que quieren pasar página de un determinado pasado" y demostrar que el partido se ha refundado y no está dispuesto a asumir lastres de este pasado.
Asens ha opinado que la abstención de los representantes del Govern "es un reflejo de la división" que expresó JxSí en el Parlament --cuando el PdeCAT votó en contra y ERC y favor--, y ha deducido que esta abstención se debe a una pluralidad interna de la Generalitat, que supone que ha llegado a un entente.
Preguntados por la organización de la gestión del Palau, Llinares --que asumió su dirección unos meses en 2009-- ha resaltado que muchas estructuras y entidades lo gestionan y que abogan por que lo haga únicamente la Fundació, pero ha dicho que el consorcio continuará hasta que "se resarce del dinero defraudado".
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