El Mercat de Sant Antoni de Barcelona prevé reabrir en mayo
Los comerciantes realizan als obras en en el interior de los puestos del mercado.
El Mercat de Sant Antoni ultima las obras
El Mercat de Sant Antoni de Barcelona ha entrado en su última fase y prevé abrir sus puertas en mayo, después de haber terminado la rehabilitación del edificio y a la espera de que los comerciantes realicen las obras del interior de sus paradas, algo que empiezan a hacer esta semana.
El concejal de Turismo, Comercio y Mercados, Agustí Colom, ha destacado este martes en rueda de prensa que la fecha definitiva de apertura se acordará con los comerciantes, que prevén que las obras del interior de las paradas terminen en abril.
El mercado, que cerró en 2009 para su rehabilitación, contará con 235 establecimientos, 52 de los cuales será del mercado de producto fresco de alimentación; 105 de los encantes de productos no alimentarios, y 78 del mercado dominical de libros.
El director de Proyectos del Institut Municipal de Mercats de Barcelona (Immb), Pere Xavier Sirvent, ha detallado preguntado por los medios que al cerrar el edificio el mercado contaba con más de 180 paradas, y ha destacado que, aunque serán menos, las nuevas serán más grandes -con una media de ocho metros de línea-, y que diversas de han fusionado.
Ha explicado que el mercado tendrá tres bares -cuando cerró había diez-, ninguno con terraza, y que entre tres y cuatro paradas han solicitado una ampliación para ofrecer degustaciones, sobre las que ha asegurado que "no hay mucha demanda porque lo ven un mercado de barrio y los comerciantes no hacen una apuesta significativa" por el consumo en el mismo espacio.
El mercado dominical operará desde el perímetro del edificio; las paradas de producto fresco se ubicarán en el centro del mercado en la planta al nivel de calle, ocupando los pasillos interiores, y las de producto no alimentario estarán en los pasillos más cercanos a la fachada; estos pasillos podrán cerrarse, posibilitando que un mercado está abierto aunque el otro esté cerrado.
La superficie total construida del mercado es de 53.388 metros cuadrados, distribuidos en cinco niveles, cuatro de los cuales han sido excavados para poder dotarlo de otros servicios, como un almacén, aparcamiento, un espacio vecinal, un establecimiento de autoservicio -de la cadena Lidl- y otro de productos no alimentarios, para el que todavía se están presentando ofertas.
RESTOS ARQUEOLÓGICOS
En la primera planta subterránea se ha creado un paso para vecinos en el que quedan al descubierto la contraescarpa medieval hallada durante las obras, recuperando el antiguo foso, desde el que también se podrá acceder al mercado, a los establecimientos comerciales y al aparcamiento, han explicado los arquitectos responsables del proyecto, Pere Joan Ravetllat y Carme Ribas.
Los restos encontrados de un tramo original de la Via Augusta -único en Catalunya por sus características- se cederán en una fase futura al Museu d'Història de Barcelona (Muhba), que lo museizará para hacerlo visitable, incluyendo piezas halladas, especialmente elementos funerarios, ha avanzado Sirvent.
EDIFICIO Y ENTORNO
La rehabilitación del mercado tendrá un coste de alrededor de 60 millones de euros, al que se le sumará el de la urbanización, ha destacado Colom, que ha asegurado que el Gobierno de Ada Colau trabaja en medidas para prevenir la gentrificación y la subida del precio de la vivienda en la zona.
La rehabilitación del edificio ha incluido la construcción de una cubierta de cerámica acristalada y policromada con el mismo diseño que la original; se ha reconstruido la red de recogida y evacuación de aguas pluviales; se ha saneado la estructura metálica, y se han rehabilitado las fachadas.
Para mejorar la climatización y la sostenibilidad del edificio, se han colocado en las paredes de cimentación pantallas de 42 metros de profundidad para aprovechar la estabilidad de la temperatura del subsuelo durante todo el año -de unos 17 grados-, cubriendo parte de su demanda de forma sostenible.
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