Radiografía del Raval: "Narcopisos, drogas, robos, delitos, suciedad... El abandono es tremendo"
Denuncian inseguridad, dejadez, problemas de convivencia y la falta de soluciones por parte del gobierno municipal
El Raval, conocido en otra época como Barrio Chino, es uno de los barrios más céntricos de Barcelona y también uno de los que, en los últimos años, han ocupado más espacio informativo. Y no siempre por buenas razones. Robos, droga, suciedad, incivismo... estos son algunas de las ideas que, últimamente, más se asocian a ésta zona de Ciutat Vella.
Siempre ha sido de los barrios barceloneses más multiculturales; de hecho, los datos más recientes del Ayuntamiento, de 2021, dicen que de sus 47.228 vecinos, 28.785 eran de origen extranjero. Naturalmente, tras ellos vienen los catalanes (14.156) y en mayor o menor medida, los llegados de España.
Muchos de ellos denuncian que el Raval ha ido deteriorándose. Y han salido a la calle a protestar. Y quieren recuperar el orgullo de barrio. Una de las demandas que algunos hacen es la de una mayor presencia policial por sus calles y plazas.
EUGENIA ZAMBRANO: "LA SITUACIÓN HA EMPEORADO MUCHO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS"
Y como pasa en Raval, igual que en cualquier otro lugar de la ciudad, la gestión y la aplicación de la seguridad es competencia de la Guàrdia Urbana. El portavoz del sindicato CSIF en el cuerpo, Eugenio Zambrano, lamenta, en declaraciones a Catalunya Press, que "la situación ha empeorado mucho en los últimos años".
Zambrano, con experiencia como agente desde hace 22 años, lamenta la "decadencia" a la que se ha visto sometido el barrio en los últimos ocho años. Sus declaraciones se acompañan de las cifras que el intendente mayor del cuerpo, Pedro Velázquez, hizo públicas en el programa Cafè d'idees de Televisión Española: han llevado a cabo más de 160 intervenciones por heroína en los últimos 30 días en el Raval.
El portavoz y agente asegura que el Raval sufre una "degeneración generalizada" y no se atreve a diagnosticar cual es el problema principal. "Narcopisos, drogas, robos, delitos, suciedad... El abandono es tremendo", apunta.
Además, desde el sindicato no están conformes con los medios que tienen para hacer el trabajo que deben hacer. "Faltan recursos humanos, más agentes en la calle", denuncia Zambrano, que dice que actualmente en el cuerpo hay cerca de 3.300 efectivos cuando, por dimensión de ciudad y población, esta cifra debería acercarse a 4.500.
Del mismo modo, el portavoz lamenta que no únicamente hay escasez de personal, sino que el equipamiento que los agentes llevan no es el que necesitarían. "En ocasiones nos enfrentamos a gente que lleva armas. Pedimos el uso de pistolas taser o de armas largas y siempre se nos ha denegado", expone, añadiendo que falta "un modelo policial".
Desde CSIF apuntan que los robos con violencia ya han superado a los hurtos, y que el Raval, el Gòtic y la Barceloneta (todos ellos barrios de Ciutat Vella) necesitan más presencia de agentes en la calle y aseguran que se debe hacer lo posible para revertir el hecho de que "los delincuentes hayan encontrado un microclima propicio en Barcelona".
CRÍTICAS A LOS POLÍTICOS
Y es que son los agentes quienes se encargan de "garantizar el orden" en la calle, aunque Zambrano apunta que hay "una mala gestión pública". El portavoz critica a la alcaldesa, Ada Colau, al primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, y a Albert Batlle, quinto teniente de alcaldía y director del área de Prevención y Seguridad del consistorio.
"Quieren enviar un mensaje tranquilizador, cuando la realidad es otra", apunta el agente. De hecho, va más allá y asegura que, en un meeting reciente, Collboni aseguró que, si gana las elecciones, Barcelona será más limpia, más segura y más cívica. "¿Cómo es posible que prometa algo así alguien que ya está en el gobierno municipal y que tiene herramientas para hacerlo? ¿Nos lo tenemos que creer?", se plantea Zambrano.
De Batlle lamenta que no haga lo posible para dotar al cuerpo de herramientas como pistolas taser (cuando asegura que lo hizo en los Mossos d'Esquadra en 2016), mientras que afirma que Colau es "la máxima responsable de la situación actual".
"Ada Colau es la máxima responsable de la situación actual"
CARLOS MARTÍNEZ: "NO PUEDE SER QUE HAYA GENTE PINCHÁNDOSE EN LOS PARQUES"
Más allá del trabajo y de las necesidades de los agentes, quienes viven a diario en el Raval también alzan la voz. Carlos Martínez es uno de ellos desde hace 41 años, la edad que tiene, y coincide con el diagnóstico que la situación ha empeorado recientemente. "En los últimos tres años, muchísimo", apunta a Catalunya Press.
Martínez asegura que la situación que se vive hace que muchos vecinos hayan decidido irse del barrio. "Los datos dicen que se han ido cerca de un 5% de las personas que habían vivido aquí durante tiempo".
¿Las causas? Apunta a cinco grandes males del barrio: la degradación del espacio público, el monocultivo comercial, la inseguridad, la suciedad y la existencia de narcopisos y pisos vacíos.
"No puede ser que haya gente pinchándose en los parques", afirma, contundente, incidiendo en la degradación de los espacios públicos del barrio. "Tampoco es normal que haya atracos a primera hora de la mañana. Ni tener que ir con cuidado para no pisar una jeringuilla", añade. En sus palabras, hay un gran "problema de convivencia".
Y esto, según Martínez, no se soluciona únicamente con más presencia policial. "Es necesario que haya más educadores en la calle, que se den más oportunidades, que se tenga vigilancia y sensibilidad con la vivienda... En definitiva, trabajo social y de base", apunta. Sin embargo, el vecino denuncia que se están haciendo mal muchas cosas. "Soy un habitual de los Consells de Barri y reiteradamente nos encontramos con que el Ayuntamiento se quiere quitar de encima algunas responsabilidades, que dice que son de la Generalitat", dice. Sea como sea, los años pasan y los problemas siguen.
ORGANIZACIÓN VECINAL
Este extremo ha llevado a los vecinos a organizarse; así, el pasado 20 de octubre ya lo hicieron y Martínez avanza que el mes que viene volverán a salir a la calle. "Es lo mínimo que podemos hacer, movilizarnos", asegura.
Su hilo en la protesta del mes pasado, que reunió a centenares de vecinos del Raval, tuvo una notable repercusión en Twitter (más de una treintena de respuestas, cerca de 60 retweets y 373 me gusta), aunque Martínez dice que lo que más le motiva es poder ayudar a los vecinos de más edad. "Prácticamente ninguno de ellos está en las redes y sufren como los que más. Me entristece oír que a algunos los atracan en su barrio", concluye.
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