Los vecinos hartos del caos circulatorio para construir la superilla de l'Eixample cargan contra Ada Colau
Las obras que afectan a las calles de Consell de Cent, Girona, Roquefort y Compte Borrell están siendo un auténtico quebradero de cabeza no sólo para los conductores, sino también para los vecinos y comerciantes de la zona ya que solo las bicicletas y el transporte público pueden cruzarlas además de servicios de emergencia pueden circular en línea recta. El resto de vehículos tienen que girar en cada cruce.
Los vecinos del centro de Barcelona, especialmente los de la calle Consell de Cent, aseguran estar hartos del ruido constante de los vehículos y también de la maquinaria de las obras porque "nos llenaron la cabeza de ideas geniales sobre zonas verdes, pero no nos explicaron las consecuencias. Entre las obras y el ruido, la ciudad se está volviendo horrorosa"
Para otros, los comerciantes de la zona creen que "todo puede quedar muy bonito, pero con lo bonito no se come" y varios bares de la zona aseguran que las "cosas no están yendo demasiado bien. ¿Quién quiere entrar aquí con el ruido constante? De verdad que es desagradable".
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