ERC entrará en el gobierno de Barcelona cuando Illa llegue a la Generalitat
Se ha especulado con esta opción desde hace meses... y ahora parece que está más cerca que nunca
El pasado 11 de junio, los grupos municipales en el Ayutamiento de Barcelona de ERC y el PSC llegaron a un acuerdo para que los republicanos entraran en el gobierno de la ciudad.
Sin embargo, han pasado casi 2 meses desde entonces y, hasta ahora, Jaume Collboni sigue al frente de la gestión de la ciudad con su equipo.
El escenario, sin embargo, puede cambiar de forma inminente. Y es que una de las consecuencias (o derivadas) el preacuerdo al que ambas formaciones llegaron para que Salvador Illa pueda ser investido como president de la Generalitat es que los republicanos se incorporen al cartopacio de la ciudad.
Aunque como hemos apuntado, el pacto a nivel barcelonés también está cerrado, los republicanos, liderados por Elisenda Alamany (tras la marcha de Ernest Maragall) están manteniendo un perfil discreto.
Las áreas que asumiría ERC
La entrada de los republicanos (que terminaron como la cuarta fuerza más votada, tras Trias per Barcelona, el PSC y Barcelona en Comú) en el gobierno municipal iría acompañada de la asunción de responsabilidades y varias áreas de trabajo.
El principio de acuerdo con los socialistas "prevé que ERC gestione responsabilidades de gestión en áreas clave para los republicanos, como la lengua catalana, juventud, turismo, promoción económica, derechos sociales, proyección de ciudad, gente mayor o calidad urbana", dice el comunicado.
Alamany, asumiría Promoción Económica (que incluye Turisme y Barcelona Activa) y Jordi Castellana, el área de Derechos Sociales.
Una buena relación que viene de lejos
Los republicanos habían mostrado ya buena sintonía con los socialistas en el Ayuntamiento de la capital de Catalunya cuando cerraron el pacto para aprobar los presupuestos de Collboni. Unas cuentas, eso sí, que no salieron adelante en el pleno porque únicamente habían conseguido 15 votos favorables.
Por su parte, los Comuns, que en el pasado mes de febrero habían dado el visto bueno al proyecto de presupuestos, votaron en contra a finales de marzo porque Collboni no aceptó que entraran en el gobierno municipal, que era la condición que habían puesto para votar a favor.
Sin embargo, los presupuestos se acabaron aprobando automáticamente después de que Collboni se sometió a una moción de confianza para forzarlo.
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