Segun cálculos recientes, se estima que en Barcelona hay alrededor de 180.000 perros, y aunque nos gusta pensar que todos sus dueños son responsables, lamentablemente, algunos no lo son tanto. No recoger las heces de las mascotas puede acarrear una multa de hasta 300 euros, y ahora, el Ayuntamiento de Barcelona está considerando sancionar también a quienes no limpien la orina de sus perros. Según ha informado La Vanguardia, la nueva ordenanza de civismo podría entrar en vigor durante el primer trimestre de 2025, aunque aún no se ha fijado una fecha concreta.
El objetivo de esta propuesta es mejorar la convivencia entre animales y ciudadanos en los espacios públicos, manteniendo la limpieza y el civismo en las calles. Aunque se prevé que la medida se implemente en los próximos meses, aún quedan algunos detalles por definir, como si los propietarios deberán llevar solo una botella de agua o si esta deberá contener una solución desinfectante específica para neutralizar los malos olores y otros efectos de la orina.
Otro aspecto que sigue en discusión es si se impondrá una sanción económica a los dueños que no cumplan con la normativa. Lo que está claro es que la demanda para que los dueños limpien los orines de sus mascotas ha sido una de las más solicitadas al Ayuntamiento por comerciantes y vecinos, quienes están "hartos de los malos olores", según la mencionada cabecera.
Entre febrero y julio de 2024 se han presentado 570 propuestas, de las cuales tres de las diez más apoyadas están relacionadas con la limpieza de orina de los animales en la vía pública.
Otras sanciones
Cabe mencionarse que Barcelona implementó el pasado 18 de diciembre una nueva medida que multa a quienes lleven a su perro suelto en zonas no autorizadas. Desde finales del año pasado, el gobierno municipal ha habilitado 109 áreas donde los perros pueden pasear, correr y jugar sin correa durante horarios específicos.
A estas se suman 116 pipicanes distribuidos por todos los distritos, donde también está permitido que los perros vayan sin correa. No obstante, si las autoridades encuentran un perro suelto fuera de estas 225 zonas permitidas, los dueños pueden enfrentarse a multas que van desde los 100 hasta los 300 euros, dependiendo de la raza del animal y si el propietario es reincidente.
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