Milagro en Sants: logran detener el desalojo de una mujer de 75 años con cáncer
Montserrat, una jubilada en tratamiento por cáncer, estuvo a punto de ser desahuciada tras 50 años en su hogar, pero la presión vecinal consigue aplazar la fecha hasta diciembre
La movilización ciudadana ha logrado detener temporalmente el desalojo de Montserrat, una mujer de 75 años en tratamiento por cáncer, que vive en el mismo piso del barrio de Sants desde 1976. Una treintena de personas se concentraron este miércoles frente a su domicilio en la calle Joan Güell para evitar que fuera desalojada de su hogar, donde ha vivido durante casi cinco décadas.
La orden de desalojo, impulsada por la inmobiliaria Promontoria Coliseum, vinculada al fondo Cerberus, ha sido aplazada hasta el 11 de diciembre. El Grup d'Habitatge de Sants, que convocó la concentración, denuncia que la empresa propietaria busca expulsar a Montserrat de su vivienda, a pesar de que la mujer siempre ha cumplido con los pagos de su alquiler de 575 euros.
La historia de Montserrat es especialmente dolorosa. Hace algunos años, se vio obligada a entregar la propiedad del piso al Banco de Sabadell a través de una dación en pago. El acuerdo con la entidad era claro: Montserrat podría seguir viviendo en su hogar pagando un alquiler asequible hasta el final de sus días. Sin embargo, cuando la cartera de viviendas fue traspasada a Solvia y luego vendida a Promontoria Coliseum, el pacto quedó sin efecto.
El sindicato y los vecinos exigen que se respete el acuerdo inicial, que le permitía a Montserrat vivir en su hogar sin enfrentarse a un desalojo en plena vejez y mientras lucha contra una enfermedad grave. Anna Narbona, portavoz del Grup d'Habitatge de Sants, subrayó que, aunque se ha ganado algo de tiempo, será necesario seguir negociando para garantizar que Montserrat pueda quedarse en su hogar.
Esta dramática historia pone nuevamente sobre la mesa la crisis de la vivienda y el poder de los fondos de inversión en el mercado inmobiliario español, y resalta cómo la movilización vecinal sigue siendo una herramienta clave para frenar los desahucios.
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