Ataque a la sede del PSC en Barcelona: lanzan pintura roja en protesta contra la Aviation Week

Este martes, la sede del PSC en Barcelona, situada en la calle Pallars, ha amanecido con manchas de pintura roja en su fachada y en la acera de la entrada principal. Esta acción ha sido reivindicada por el grupo activista Rebel·lió o Extinció BCN – XR Barcelona, como una manifestación de rechazo contra la celebración de la feria internacional Aviation Week, que se desarrolla esta semana en el recinto de Fira de Barcelona, en Gran Via.

En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, el grupo activista ha cargado duramente contra el PSC, acusando al partido de ser "cómplice del genocidio contra los pueblos palestino y libanés". Según Rebel·lió o Extinció BCN, el partido socialista no solo fomenta la industria de la aviación —a la que consideran altamente contaminante— sino que además no ha impedido la participación de empresas israelíes relacionadas con la industria armamentística en el evento Aviation Week.

Polémica en el Ayuntamiento de Barcelona

La protesta llega en un contexto en el que el papel del gobierno municipal respecto a la Aviation Week ya ha sido discutido en la Comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona. En dicha comisión, Barcelona en Comú y Esquerra Republicana de Catalunya presentaron propuestas instando al gobierno local de Jaume Collboni a vetar la presencia de empresas israelíes y otras vinculadas al conflicto en Gaza en la feria. Sin embargo, el ejecutivo municipal rechazó estas propuestas, alegando que no tiene autoridad para cancelar el evento ni para vetar la presencia de empresas concretas.

Pese a esta negativa, el teniente de alcalde, Jordi Valls, aseguró que el gobierno del PSC "comparte la condena contra el genocidio en Gaza", pero insistió en que la gestión de la feria y la participación de las empresas corresponde a los organizadores del evento, no al Ayuntamiento.

La Aviation Week es uno de los eventos internacionales más importantes para la industria aeronáutica y militar, lo que ha provocado un fuerte rechazo por parte de colectivos ecologistas y pacifistas que denuncian el impacto ambiental de la aviación y la vinculación de algunas empresas con conflictos bélicos.