Alquilar en Barcelona, misión imposible: el tope de precios hace que baje la oferta
Una joven explica a CatalunyaPress su odisea para tratar de encontrar piso en la capital de Catalunya
El artículo 47 de la Constitución Española declara que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Sin embargo, la dificultad para que este derecho se convierta en una realidad hace que esto sea ya un quebradero de cabeza para muchísimos ciudadanos; y en el caso de Barcelona, según el último barómetro municipal, es una de las dos principales preocupaciones, junto a la inseguridad.
Por su situación, encajada entre mar, montaña y otros municipios (l'Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Montcada i Reixac), la posibilidad de crecimiento de Barcelona es remota. De hecho, muchas veces se pone sobre la mesa que una opción es construir bloques más altos.
A finales del año pasado, el precio del alquiler en la ciudad (y en general en el resto de Catalunya) mostró una cierta desaceleración, especialmente en las zonas más tensionadas. Según los datos más recientes del Incasòl, basados en las fianzas depositadas de los nuevos alquileres, se ha registrado un descenso respecto al trimestre anterior. Aunque las rentas se mantienen por debajo de su pico histórico, el número de contratos de alquiler firmados ha disminuido considerablemente: cada vez se alquilan menos viviendas.
En el segundo trimestre de 2024, el alquiler medio en Barcelona fue de 1.131,75 euros mensuales, frente a los 1.193,41 euros del primer trimestre. En el primer trimestre, superaba la cuantía del salario mínimo interprofesional (1.134 euros), mientras que en el segundo fue algo inferior.
"Buscar piso es un suplicio"
CatalunyaPress ha podido hablar con una joven de 33 años que está viviendo, en primera persona, lo que significa buscar piso para vivir en la ciudad. "Es un suplicio", resume.
El suyo, obviamente, no es un caso aislado, sino que es una situación a la que se enfrentan, a diario, barceloneses que se resisten a abandonar la ciudad y otras personas que deciden que su proyecto de vida pasa por alquilar en Barcelona.
"Nunca sabes si es mejor tratar de buscar opciones sin la intermediación de una inmobiliaria o someterse a lo que estas te piden", apunta. "Por experiencia personal, diría que es mejor tratar directamente con propietarios, aunque cada vez es más difícil", añade.
Y es que si entras en "el círculo vicioso" de las visitas concertadas con inmobiliarias, la situación no mejora. "Incluso afecta a tu salud mental. Visitas un piso, pero todo son prisas y presiones. Te exigen respuesta casi al momento, con el pretexto de que tienen mucha más gente interesada", añade la joven.
Su trabajo le permite pagar un alquiler completo sin tener que compartir, y finalmente lo ha conseguido, tras pasar una temporada alquilando una habitación de amiga de una amiga. "Fue liberador, soy consciente de que no todo el mundo está en la misma situación económica y laboral que yo", apunta, aunque concluye que la sensación de "estar ante el vacío" en el momento de buscar vivienda no entiende de clases.
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