Collboni se despide de las 3 monjas clarisas del monasterio de Pedralbes
Una de las hermanas lamenta que el legado "no se haya podido salvar"
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se ha despedido este miércoles de las 3 monjas clarisas del monasterio de Santa Maria de Pedralbes, que este sábado tienen previsto incorporarse a la fraternidad de Santa Clara de Vilobí d'Onyar (Girona), y ha augurado su vuelta a la ciudad en un futuro: "Para nosotros no es un punto y final, es un punto y a parte".
Collboni ha presidido la tradicional visita a las hermanas por el día de Santa Eulàlia, copatrona de la ciudad, junto a diversos concejales de todos los grupos del consistorio, en un acto donde la Coral de Sarrià ha cantado los Goigs a Santa Eulàlia y el Virolai, que han precedido los parlamentos de una de las monjas y del alcalde.
El primer edil ha iniciado su intervención recordando a las hermanas que han fallecido este último año, y ha puesto en valor el vínculo que han tenido las monjas clarisas durante casi 700 años con la capital catalana, la cual han tenido que abandonar hasta en 5 ocasiones, pero siempre han acabado volviendo, según él.
Además, ha mostrado el compromiso del Ayuntamiento de preservar los vínculos artísticos y culturales con el edificio, que seguirá abriendo sus puertas, así como su función religiosa, ya que se mantendrá la misa de los domingos a las 12: "Asumimos el compromiso de mantener el legado del monasterio", ha dicho.
Posteriormente, se ha llevado a cabo una visita de las instalaciones del monasterio hasta llegar al antiguo Refetor, donde los ediles han podido degustar el 'mató' elaborado por las propias monjas.
El alcalde ha reconocido que ha sido un día de sentimientos contradictorios, ya que pese a la celebración de Santa Eulàlia, el acto ha servido para despedir a las clarisas, a quienes ha agradecido su fuerte arraigo con Barcelona.
De hecho, una de las hermanas ha reconocido que durante los 699 años en los que las clarisas han estado en el monasterio, ha habido "épocas brillantes y otras de menos luminosas", y ha añadido que ante los cambios profundos de la sociedad y la falta de relevo generacional, su deber como peregrinas es irse a otra comunidad para seguir el camino que Dios ha abierto ante ellas, textualmente.
Por otro lado, otra de las monjas ha reconocido su tristeza ante esta situación y ha lamentado que el legado "no se haya podido salvar", pero ha anunciado que, tras el cierre de un convento de clarisas en Nicaragua, podría darse la posibilidad de que estas hermanas vengan a Barcelona.
El líder municipal también ha puesto en valor una festividad como la de este miércoles, que el consistorio tiene previsto conservar cada 12 de febrero, y a la que las monjas estarán invitadas pese a su marcha de la ciudad.
"Tradiciones como esta son las que dan identidad y singularidad a una ciudad abierta y cosmopolita como Barcelona. Tenemos un compromiso de 75 años de continuar manteniendo la infraestructura y los contenidos patrimoniales", ha afirmado.
Será en 2026 cuando se celebren los 700 años de historia del monasterio en la ciudad, y a partir de marzo se iniciará un programa de actos, con conciertos y exposiciones, que se alargará hasta el mes de mayo de 2027.
La programación, que se hará pública en unos meses, también contará con una exposición fotográfica realizada por Sor Isabel, una de las tres hermanas.
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