¡Fin de las Rutas de la Borrachera en Barcelona! A partir de junio, el Eixample será un lugar más tranquilo
El Ayuntamiento de Barcelona prohíbe las rutas de consumo de alcohol en el Eixample durante los próximos dos años para mejorar la convivencia y el descanso vecinal
Barcelona ha dado un paso firme hacia una ciudad más tranquila y respetuosa con sus vecinos. A partir del próximo 1 de junio de 2025, el distrito del Eixample verá una importante restricción: el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado la prohibición de las llamadas 'rutas de la borrachera' durante los próximos dos años. Esta medida, que ha sido celebrada por muchos ciudadanos y vecindarios, tiene como objetivo evitar que el consumo desmedido de alcohol, promovido por algunos bares y locales, siga siendo un atractivo para el turismo y los grupos organizados.
La 'ruta de la borrachera' es una práctica comúnmente conocida por la que grupos de personas recorren diferentes bares y establecimientos de la ciudad, comprando bebidas alcohólicas, frecuentemente a precios bajos, lo que fomenta el consumo excesivo y, en ocasiones, el desorden público. Aunque esta práctica se ha hecho popular entre los turistas y en algunos grupos, el Ayuntamiento ha tomado la decisión de poner freno a estos comportamientos en el Eixample debido a los efectos negativos que genera en la convivencia vecinal y la seguridad pública.
La medida, anunciada este viernes en un comunicado oficial, establece una restricción completa a la promoción, organización y ejecución de estas rutas entre las 19:00 y las 7:00 horas, en cualquier modalidad. Además, se prohíbe cualquier tipo de publicidad relacionada con estas actividades, ya sea a través de carteles, redes sociales o cualquier otro medio de comunicación. El decreto, que fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB), tiene como objetivo garantizar el respeto al descanso de los vecinos y evitar la saturación en las calles del Eixample, uno de los barrios más transitados y visitados por turistas.
Esta medida no es nueva en Barcelona. El mismo tipo de prohibición ya se encuentra en vigor en el distrito de Ciutat Vella desde el año 2012. Según las autoridades, dicha medida ha sido efectiva, ayudando a mejorar la convivencia y a reducir las consecuencias negativas que derivan del consumo descontrolado de alcohol en la vía pública. Con esta nueva regulación, el Ayuntamiento busca extender este éxito a otros barrios de la ciudad, especialmente en el Eixample, que ha visto un incremento en el número de turistas y la proliferación de establecimientos destinados a este tipo de consumo.
El decreto también establece un plazo de 20 días para que los ciudadanos puedan presentar alegaciones, con lo que se garantiza la posibilidad de participación pública antes de la implementación final de la medida.
¿Por qué el Eixample? Según el Ayuntamiento, las 'rutas de la borrachera' afectan particularmente a este distrito debido a su elevada afluencia turística y la gran concentración de locales de ocio. Zonas como los ejes verdes y el entorno de Enric Granados han sido identificadas como áreas de alta saturación, donde los grupos de turistas que recorren los bares en busca de ofertas de alcohol generan una gran cantidad de ruido y alteración, lo que afecta directamente al descanso y la calidad de vida de los vecinos. En estos puntos, el consumo irresponsable de alcohol también se ha convertido en un riesgo, afectando la seguridad y la convivencia.
El impacto del turismo masivo en el Eixample también ha sido una preocupación constante para los residentes. Aunque la llegada de turistas es vital para la economía de la ciudad, la masificación de ciertos puntos de Barcelona ha dado lugar a tensiones, especialmente en zonas como Enric Granados, donde el flujo de visitantes ha crecido considerablemente en los últimos años. La prohibición de las 'rutas de la borrachera' busca precisamente equilibrar la necesidad de fomentar el turismo con la de garantizar la calidad de vida de los barceloneses.
En cuanto a las sanciones, el Ayuntamiento ha informado que durante los últimos dos años, 2023 y 2024, se han iniciado 366 procedimientos sancionadores relacionados con la venta y consumo de alcohol en el Eixample, lo que demuestra la magnitud de la problemática. La Guardia Urbana y los servicios de inspección están trabajando de manera intensiva para controlar esta actividad, sobre todo cuando involucra a menores o se realiza fuera de los horarios permitidos.
Reacciones al decreto han sido variadas. Por un lado, la medida ha sido vista como una victoria por parte de muchos residentes que se quejaban del ruido y las molestias provocadas por las rutas de borrachera, especialmente aquellos que viven en calles con una alta concentración de bares y locales de ocio. Para ellos, la prohibición promete un respiro, mejorando el ambiente y la calidad de vida en el barrio.
Por otro lado, el grupo municipal BComú ha criticado la tardanza en la firma del decreto, señalando que el gobierno de Jaume Collboni ha demorado la puesta en marcha de esta medida durante más de siete meses. Marc Serra, portavoz adjunto de BComú, recordó que su partido había propuesto esta medida en la Comisión de Seguridad de julio de 2024. A pesar de la demora, Serra ha reconocido que la decisión es positiva para los vecinos, especialmente aquellos que viven en zonas de alta presión turística.
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