Del monocultivo turístico a los hurtos callejeros: la radiografía de la inseguridad en Barcelona
El responsable de seguridad del Ayuntamiento de la ciudad, Albert Batlle, y del presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené, han debatido sobre la materia en un acto celebrado en la sede de Foment del Treball
Los retos de Barcelona en materia de seguridad, una cuestión que cada día preocupa a más gente (las encuestas públicas así lo indican) y ocupa a las autoridades y a la policía ha sido el tema sobre el que ha girado la charla Barcelona i seguretat, una de las actividades del ciclo Fer metròpoli, Barcelona 2030, y que se ha celebrado la mañana de este viernes 11 de abril en la sede de Foment del Treball.
"Hacer metrópoli quiere decir proponer, crear", ha dicho en la bienvenida Felipe Campos, consejero delegado de Aigües de Barcelona. Campos ha recordado que casi el 30% de los vecinos de la ciudad lo consideraron "un problema grave" en el último barómetro municipal y lo ha definido como "un estándar básico para la convivencia. Sin seguridad no se puede hacer nada".
Dos visiones: Albert Batlle y Gabriel Jené
La jornada ha girado alrededor de una charla entre el responsable de seguridad del Ayuntamiento de la ciudad, Albert Batlle, y del presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené.
"Barcelona es una ciudad que aspira a la máxima seguridad posible", ha dicho Batlle tras la pregunta de la conductora del acto sobre si Barcelona es una ciudad segura. Pese a eso, el tercer teniente de alcalde ha apuntado que "en general sí que lo es". "No crecería económicamente si en el mundo no se percibiera así", ha querido dejar claro.
En cambio, Jené se ha mostrado más crítico. "No hay tiroteos, no hay secuestros, pero sí que es una ciudad insegura, porque hay una percepción ciudadana de ello", ha apuntado, diciendo que hay datos que dicen que uno de cada cuatro barceloneses ha sido víctima de un hurto en algún momento. En el sector del comercio, el ámbito de competencia de Jené, ha asegurado que la sensación es la misma.
"La aspiración debe ir acompañada de acción"
Batlle ha subrayado la disminución de la "actividad delincuencial", que ha ligado "al augmento de la presencia policial". Sea como sea, ha querido dejar claro que esta aspiración de máxima seguridad que tiene la ciudad "debe ir acompañada de acción".
Por su parte, Jené ha incidido en la necesidad de que se siga actuando y ha reconocido que, aunque los datos de delitos han disminuido, "deben bajar más", pidiendo "más presencia policial con uniforme en las calles". A su modo de ver, esto creará "presión sobre los autores de los pequeños hurtos".
Al hilo, Batlle ha recogido el guante de Jené sobre si se necesitan más cámaras de videovigilancia, y aunque ha dicho que es algo que entra en la lista de prioridades, no será algo que ocurrirá a corto plazo.
Multirreincidencia
Los delitos cometidos por ladrones multirreincidentes ha sido la siguiente problemática que se ha puesto sobre la mesa. Batlle ha destacado los resultados del plan Kanpai, que se saldó con más de 100 detenidos en varias ciudades del área metropolitana de Barcelona. "Habrá más operativos como este", ha assegurado Batlle.
Sin embargo, Jené ha vuelto a poner el contrapunto, diciendo que aunque estos operativos son necesarios, le preocupa lo que ocurre con los arrestados poco tiempo después. "No hay juzgados suficientes, en ocasiones se debe esperar hasta 2 años para que comparezcan ante la justicia", ha apuntado.
Batlle ha destacado "los resultados que están dando los patrullajes conjuntos con los Mossos d'Esquadra (por parte de la Guàrdia Urbana de Barcelona) en puntos como el distrito de Ciutat Vella", pero ha recordado la necesidad de dotar a los agentes y la justicia "de las herramientas necesarias para combatir la delincuencia". "Los primeros que son conscientes de la lentitud de la justicia son los jueces y fiscales, saben que no puede seguir pasando", ha reblado.
"Monocultivo turístico"
Jené ha apuntado también que la evolución de Barcelona, especialmente en los barrios del centro, hacia un "monocultivo turístico" también convierten esos territorios en un lugar en el que los ladrones pueden actuar. "Necesitamos una mirada larga para mejorar la experiencia en la ciudad y, sobre todo, reforzar la seguridad", ha considerado el presidente de Barcelona Oberta.
Por su parte, Batlle ha dicho que uno de los planes del gobierno municipal es trabajar para que muchas calles del centro dejen de estar "llenas de tiendas de carcasas de móviles y de souvenirs", aunque ha admitido que es una tarea compleja y que "no se puede hacer de un día para otro".
Lucha contra la droga
Tanto Batlle como Jené han coincidido en que los sectores público y privado deben fuerzas para luchar contra la droga. El teniente de alcalde ha incidido en la necesidad de controlar también los clubes ca,nábicos, diciendo que, aunque la situación es mejor que en la década de 1980, "no se puede bajar la guardia".
El hecho de tener puerto acentúa la posibilidad de que estas sustancias entren por esta infraestructura. De hecho, en los últimos años el Port de Barcelona es una puerta de acceso a Europa que los narcotraficantes eligen, en detrimento de Amberes (Bélgica), que era uno de los preferidos. Según apuntan varios expertos, hay un doble motivo: la debilidad en la seguridad y la proximidad con Francia.
La luz, otro aspecto a mejorar
La iluminación, también vinculada a la seguridad, se ha puesto sobre la mesa, y Batlle ha asegurado que esta es otra de las cuestiones en las que está trabajando el gobierno municipal socialista.
"No sería necesario que la luz estuviera encendida toda la noche, se podría instalar sensores", ha sugerido Jené, ante lo que Batlle ha vuelto a incidir en que la ciudad aspira a tener la mejor iluminación posible.
La figura de la alcaldesa de noche
Para terminar, Batlle ha elogiado la figura de la alcaldesa de noche, Carmen Zapata, que ostenta el cargo desde otoño del año pasado. "La convivencia por la noche ha mejorado muchísimo", ha destacado el teniente de alcalde, incidiendo en el trabajo que ha coordinado en los puntos de ocio nocturno de la ciudad. "Debemos estar orgullosos, es un ejemplo para muchas ciudades del mundo", ha terminado.
El cierre de Jené, en cambio, ha vuelto a llegar cargado de ironía. "No estamos para estar de fiesta, por la noche", ha dicho, con una amplia sonrisa.
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