¿Son los mayores menos narcisistas que los jóvenes? La respuesta de la ciencia
Han investigado al respecto expertos de la Universidad de Berna y de la Universidad de Münster
Las personas tienden a volverse menos narcisistas a medida que envejecen, desde la infancia hasta la edad adulta, según un estudio publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología. Pese a ello, el trabajo matiza que las diferencias entre individuos se mantienen estables a lo largo del tiempo: las personas que son más narcisistas que sus pares cuando son niños tienden a seguir siendo así cuando son adultos, según el estudio, publicado en la revista Psychological Bulletin por Ulrich Orth y Samantha Krauss de la Universidad de Berna (Suiza), y Mitja D. Back, de la Universidad de Münster (Alemania).
El estudio revela importantes implicaciones del narcisismo en la vida de las personas y sus entornos cercanos. Orth y su equipo analizaron datos de 51 estudios longitudinales con 37,247 participantes (52% mujeres, 48% hombres) de entre 8 y 77 años, mayormente de Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental, con un estudio en China y otro en Nueva Zelanda. Los estudios siguieron a los participantes durante décadas, evaluando tres tipos de narcisismo: agente, antagonista y neurótico.
El narcisismo agente se caracteriza por la grandiosidad y la necesidad de admiración; el antagonista, por la arrogancia y baja empatía; y el neurótico, por la desregulación emocional. Los resultados muestran que todos los tipos de narcisismo disminuyen desde la infancia hasta la vejez, con una ligera disminución en el narcisismo agente y una moderada en el antagonista y neurótico. No obstante, el nivel de narcisismo relativo a los pares se mantuvo constante, sugiriendo que es un rasgo de personalidad estable a lo largo del tiempo.
Orth destaca la necesidad de futuras investigaciones que abarquen una mayor variedad de países y culturas. También propone investigar las razones detrás de la disminución del narcisismo con la edad, sugiriendo que los roles sociales asumidos en la adultez podrían fomentar el desarrollo de características de personalidad más maduras y niveles más bajos de narcisismo. En resumen, el narcisismo no solo afecta a los propios individuos, sino también a sus familias y amigos, y su comprensión es vital para abordar sus impactos sociales.
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