¿Cuándo se produjo la última erupción volcánica en Olot? Un estudio revela datos alarmantes
Las erupciones de los volcanes de la Garrotxa son más recientes y frecuentes de lo que se creía, según un estudio internacional
El campo volcánico de la Garrotxa, en el corazón de Catalunya, sigue siendo un objeto de fascinación científica. Un reciente estudio internacional ha revelado datos inéditos sobre la antigüedad y la frecuencia de las erupciones volcánicas en esta región, desafiando las estimaciones tradicionales. Según los resultados, publicados en la prestigiosa revista Quaternary Science Advances, los volcanes de esta comarca podrían ser mucho más activos de lo que se había pensado, con implicaciones importantes para la predicción de futuras erupciones.
Descubrimientos clave: erupciones más recientes de lo esperado
Durante años, la datación de los volcanes de la Garrotxa se basó principalmente en estudios de forma y morfología. Sin embargo, gracias a nuevas tecnologías y análisis realizados en un laboratorio de Estados Unidos, los científicos han obtenido datos más precisos. El análisis incluyó muestras de lava de una quincena de volcanes y otras formaciones geológicas de la comarca, descubriendo que:
- La primera erupción reconocible en la zona, en la colada de lava inferior del Molí Fondo de Sant Joan les Fonts, ocurrió hace 248.000 años.
- El volcán Montsacopa, situado en el centro de Olot, tuvo su última erupción hace tan solo 20.000 años.
- La famosa colada de lava del Bosc de Tosca data de 17.000 años, y el Croscat, uno de los más emblemáticos, entró en erupción hace entre 13.000 y 15.000 años.
Frecuencia de las erupciones: un fenómeno más activo de lo previsto
Según Llorenç Planagumà, investigador de GeoNat y uno de los autores del estudio, en los últimos 25.000 años se han producido al menos cinco erupciones significativas en la región. Esto indica que la actividad volcánica en la Garrotxa ha sido mucho más reciente y frecuente de lo que se creía inicialmente.
"Comenzamos a tener información que sugiere que las actividades volcánicas suelen ser bastante frecuentes", explica Planagumà. "No estamos exentos de que en el futuro pueda haber una erupción, como ocurrió en La Palma".
El estudio también señala que el magma en esta región se genera a unos 30 kilómetros de profundidad. En ciertas condiciones, podría ascender a través de fracturas geológicas y desencadenar una erupción.
Implicaciones y próximos pasos
El campo volcánico de la Garrotxa alberga cerca de 50 volcanes, distribuidos más allá de los límites de la comarca. Este estudio no solo ha ofrecido una visión más precisa de su historia geológica, sino que también abre la puerta a predecir futuras erupciones con mayor exactitud.
En una próxima fase, los investigadores planean analizar más muestras de otros volcanes para certificar su antigüedad y entender mejor los ciclos de actividad volcánica en la región.
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