La nueva cárcel donde cumple condena Daniel Sancho ha sido criticada por sus precarias condiciones de vida

Daniel Sancho Bronchalo ha captado la atención internacional tras su condena por el brutal asesinato y desmembramiento de Edwin Arrieta, ocurrido en el verano de 2023. Sancho, quien se enfrenta a una condena de cadena perpetua, ha pasado por diversas fases en su proceso judicial y de reclusión que han resaltado la complejidad y las difíciles circunstancias que enfrenta.

El caso de Daniel Sancho  ha generado conmoción debido a la gravedad de sus crímenes. Sancho fue hallado culpable del asesinato y desmembramiento de Edwin Arrieta, un hecho que no solo sorprendió por su brutalidad, sino también por las circunstancias en que se desarrolló. Su condena a cadena perpetua fue impuesta tras un juicio que atrajo una atención significativa tanto en España como en Tailandia.

Originalmente encarcelado en Koh Samui, Sancho fue transferido recientemente a una nueva prisión en Surat Thani, ubicada en el sur de Tailandia en la península de Malawa. Esta cárcel, conocida por su capacidad de albergar a más de 5.400 reclusos, ha sido criticada por sus precarias condiciones de vida.

En Surat Thani, los reclusos enfrentan hacinamiento extremo, compartiendo celdas con más de 20 personas. La falta de colchones obliga a los internos a dormir en el suelo sobre toallas, y las salidas de las celdas son poco frecuentes. La situación se agrava con una alta tasa de enfermedades contagiosas y una alarmante tasa de mortalidad del 25% cada dos años. Las redadas policiales frecuentes añaden una capa adicional de tensión y peligro a la vida diaria en la prisión.

La llegada de Sancho a Surat Thani no ha sido fácil. Durante su primera noche, fue aislado en una cuarentena que puede durar entre 6 y 10 días, una medida estándar para nuevos internos. Además, enfrenta severas restricciones en cuanto a las visitas, pudiendo únicamente recibir a su abogado tailandés mientras que las visitas familiares están prohibidas.

El idioma ha sido otro desafío significativo para Sancho. La mayoría de los funcionarios de la prisión hablan tailandés y no dominan el inglés ni el español, lo que complica aún más su adaptación. Sancho ha solicitado un intérprete al llegar, buscando así alguna forma de superar la barrera lingüística y mejorar su comprensión de las normas y procedimientos de la prisión.

El caso de Sancho no es único en el contexto del sistema penitenciario tailandés para ciudadanos españoles. Otro recluso español notable es Artur Segarra, quien también cumple una condena de cadena perpetua en la prisión conocida como ‘El Gran Tigre’ en Bangkok. Estos casos subrayan la compleja relación entre el sistema judicial tailandés y los ciudadanos extranjeros, así como las difíciles condiciones que enfrentan los reclusos en el país.