Si algo ha quedado claro tras la vuelta de Aída Nízar a la televisión en Ni que fuéramos shhh, es que el caos ha vuelto a campar a sus anchas. En su primer día como colaboradora del programa, Aída no solo avivó sus ya clásicas tensiones con Belén Esteban, sino que, en uno de esos momentos tan suyos, protagonizó una confusión de lo más peculiar: ¡confundir al marido de Lydia Lozano con Papuchi, el padre de Julio Iglesias! Sí, como lo lees, Papuchi, ese mito de la televisión de los noventa, ha vuelto, al menos en la mente de Aída.
Todo ocurrió durante la emisión en directo, cuando Aída, fiel a su estilo provocador y siempre en busca del centro de atención, mencionó al esposo de Lydia Lozano, pero en lugar de referirse a él como Charly (el auténtico marido de la periodista), soltó el nombre de Papuchi, causando un auténtico terremoto en el plató. El desconcierto fue total, y si bien muchos se preguntaron si se trataba de una simple confusión, los que conocemos a Aída no pudimos evitar pensar que quizá todo fue una jugada premeditada para reírse de Lydia.
Y es que, seamos honestos, ¿quién va a confundir a Charly con Papuchi así, sin más? ¡Por favor! Esto huele más a estrategia que a despiste, y si Aída quería descolocar a Lydia, ¡misión cumplida! La pobre Lydia, que siempre ha sido una diana fácil para las bromas de sus compañeros, no sabía si reír o llorar, y el resto del equipo intentaba contener la risa mientras la tensión en el plató crecía a cada segundo.
Pero claro, estamos hablando de Aída Nízar, una mujer que ha hecho del "yo no he venido aquí a hacer amigos" su filosofía de vida. Confundir a un marido con otro en pleno directo, especialmente a uno tan mediático como el de Lydia, parece más una maniobra para pincharla que un desliz inocente. Y lo mejor de todo es que lo hizo con esa actitud tan suya, esa mezcla de despreocupación y seguridad que solo Aída puede manejar.
Lo cierto es que esta no fue la única polémica del día. Ya desde su entrada, Aída demostró que venía dispuesta a generar titulares, lanzando pullas a Belén Esteban y, de paso, cuestionando a María Patiño. Pero claro, nada como la "confusión" con Lydia para llevarse el premio al momento más surrealista del programa.
La pregunta que queda en el aire es si esta confusión fue un simple desliz o una provocación calculada. Conociendo a Aída, todo apunta a lo segundo. Pero, sea como sea, lo cierto es que ha conseguido lo que siempre busca: estar en boca de todos. Y mientras tanto, Lydia Lozano se va preparando para el próximo golpe, porque con Aída en el plató, una nunca sabe cuándo llegará el siguiente ataque. ¿Tal vez la próxima vez confunda a Charly con Raphael? ¿O con un galán de telenovela? Solo el tiempo lo dirá.
Una cosa es segura: con Aída Nízar de vuelta en la tele, el caos está garantizado, y nosotros, espectadores de a pie, solo podemos agarrar palomitas y disfrutar del espectáculo.
Escribe tu comentario