La reina emérita Sofía, a punto de cumplir 86 años, vivió algunos momentos de tensión en su visita a Oviedo, donde acudió junto al resto de la Familia Real para la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Doña Sofía fue recibida calurosamente a su llegada por un grupo de ciudadanos que se acercaron al Hotel Reconquista, donde el público le mostró su apoyo al ritmo de las tradicionales gaitas asturianas. La reina se mostró sonriente y saludó con entusiasmo, aunque horas después, a su llegada al Teatro Campoamor, tuvo un par de tropiezos que generaron preocupación por su estado de salud.
Al descender de su vehículo en el Teatro Campoamor, la reina emérita sufrió dos tropiezos que la hicieron tambalearse y mostró un momento de desorientación, segú revela Monarquía Confidencial. En esa ocasión, ella encabezaba la comitiva, seguida del vehículo de los reyes y del de la princesa Leonor y la infanta Sofía, como es habitual. La reina esperaba con calma la llegada de sus familiares para acompañarlos en el famoso recorrido por la alfombra azul hasta el teatro, y fue en ese momento cuando perdió levemente el equilibrio.
Estos incidentes no han pasado desapercibidos, especialmente porque no es la primera vez que Doña Sofía ha experimentado dificultades similares en eventos recientes. Durante su estancia en el Palacio de Marivent el pasado verano, tropezó en un paseo con sus nietas en Mallorca, mientras los medios capturaban el momento. Igualmente, en el funeral de su sobrino, Juan Gómez-Acebo, se le vio con problemas de movilidad que suscitaron la misma inquietud.
De acuerdo con fuentes de la Zarzuela, Doña Sofía ha comenzado a utilizar un bastón en sus desplazamientos privados para mayor seguridad, siguiendo las recomendaciones de sus allegados y equipo médico. Sin embargo, prefiere evitar el bastón en eventos públicos para no centrar la atención en sus dificultades de movilidad debido a su avanzada edad. A pesar de las recomendaciones, la reina emérita sigue resistiéndose a incorporar esta ayuda en público, manteniéndose fiel a su deseo de discreción y elegancia en los actos oficiales.
Este gesto ha aumentado la preocupación entre quienes observan el compromiso de Doña Sofía por seguir apoyando la agenda oficial, sin renunciar a su presencia en las citas más importantes para la Familia Real. Sin embargo, muchos se preguntan si evitar el uso del bastón podría poner en riesgo su salud, especialmente cuando el propio equipo médico y sus allegados han sugerido lo contrario.
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