¿Reina de Hollywood? El retrato de Letizia enamora fuera de España y divide dentro del país

Los esperados retratos de los reyes Felipe VI y Letizia, capturados por la renombrada fotógrafa Annie Leibovitz, han generado una avalancha de reacciones tras su publicación este martes. Aunque Felipe ha sido alabado por su porte regio con uniforme militar, el look de la reina Letizia ha desatado un intenso debate: ¿es el retrato digno de una monarca o parece más propio de una estrella de cine?

Una espera de nueve meses con resultado explosivo

Las fotografías, presentadas en un acto en el Banco de España, marcan un homenaje a los diez años de reinado de los monarcas. Letizia, con un imponente vestido negro sin tirantes de Balenciaga y un chal rojo de seda salvaje, ha captado todas las miradas. Sin embargo, la ausencia de tiara o joyas de peso ha dejado a muchos preguntándose si el mensaje detrás del retrato es más glamuroso que real.

“Es espectacular, pero no parece una reina”, han sentenciado expertos como la periodista Mariángel Alcázar en Vamos a ver. La crítica se repite en redes sociales, donde los usuarios califican el estilo como "hollywoodiense".

El papel de Annie Leibovitz y los detalles ocultos

Desde Casa Real, se ha explicado que la decisión de evitar la tiara fue de Leibovitz, mientras que la elección del vestido estuvo a cargo de la reina y su estilista, Eva Fernández. El diseño forma parte de una colección histórica de Balenciaga, creado originalmente en 1948, y refuerza el mensaje de modernización y tradición que los retratos intentan transmitir.

Por otro lado, Felipe luce impecable con su uniforme de Capitán General del Ejército de Tierra, posando con distinciones que refuerzan su papel como líder de la nación.

¿Mensaje de modernidad o exceso de riesgo?

Mientras que la prensa internacional ha aplaudido el look de Letizia, calificándola de "impresionante" (Gala) y "espectacular" (Hello!), las críticas en España han sido más duras. Para algunos, los retratos reflejan una desconexión con la tradición real que debería marcar este tipo de imágenes oficiales.

El debate está servido: ¿Es este el paso necesario hacia una monarquía moderna o un desliz en protocolo que será recordado durante años? La respuesta, como siempre, dependerá de quién mire.

Un golpe de efecto con impacto global

Lo que es innegable es que los retratos han conseguido lo que parecía imposible: poner a los reyes en el centro del debate internacional, en un momento en que la institución lucha por modernizar su imagen. ¿Estrategia brillante o jugada arriesgada? El tiempo dirá si estos retratos pasarán a la historia como un ejemplo de audacia o como un exceso de glamour.