El ocaso de Nadiuska: aseguró que Juan Carlos I era su novio y lleva 30 años encerrada en un psiquiátrico

La estrella del Destape español pasó de ser la mujer más deseada a una sombra de sí misma, atrapada en un trágico destino

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Nadiusca
Nadiusca y Juan Carlos I - EP

 

Fue una diva de los años 70, el rostro y cuerpo de una España en transición que descubría los excesos del Destape cinematográfico. Nadiuska, nacida como Roswicha Bertasha Smid Honczar, conquistó al público con su belleza deslumbrante y su prolífica carrera en el cine, donde encadenó éxito tras éxito. Sin embargo, la misma industria que la encumbró la abandonó cuando dejó de ser útil. Hoy, con 71 años, lleva más de tres décadas recluida en un sanatorio psiquiátrico en Madrid, víctima de una vida marcada por el abuso, el desamparo y la enfermedad mental.

De reina del Destape al olvido

En los años 70, Nadiuska era una estrella imparable. De origen alemán, llegó a España sin hablar el idioma, pero eso no le impidió rodar hasta seis películas en un solo año, como Señora Doctor o Zorrita Martínez. Su carrera fue tan fulgurante como su caída: la actriz, encasillada en papeles sexualizados y lascivos, fue desechada por una industria que no le ofreció alternativas más allá del cuerpo.

La presión y el desprecio la llevaron a un primer colapso emocional. Según Valeria Vegas, quien retrata su vida en el documental El enigma Nadiuska, su declive comenzó tras romper su relación con Damián Rabal, su representante y hermano del actor Paco Rabal. Este romance no confirmado marcó el inicio de su ocaso: las puertas de la industria se cerraron y su salud mental comenzó a deteriorarse.

Los escándalos que la rodearon

Nadiuska tuvo una vida amorosa plagada de luces y sombras. Aunque compartió su vida con hombres influyentes, su matrimonio más sonado fue con un enfermo oligofrénico en 1973, al que pagó 30.000 pesetas para obtener la nacionalidad española. Este episodio, recogido en la prensa de la época, la llevó a ser acusada de fraude matrimonial. "Lo hice para que no me deportaran a Rusia", declaró entonces.

En 1977, sufrió la pérdida de un embarazo cuya paternidad nunca reveló. Este episodio, sumado a sus múltiples problemas emocionales, la sumió en un espiral de desesperación que la apartó de la realidad.

Las controvertidas declaraciones sobre Juan Carlos I

En los años 90, Nadiuska desató un nuevo escándalo al asegurar que mantuvo una relación con el entonces Rey de España, Juan Carlos I. Según la actriz, gente del entorno del monarca quería “deshacerse de ella” porque su relación no era bien vista. Este relato, similar al de Bárbara Rey o Corinna Larsen, estuvo marcado por episodios de paranoia: cubría las ventanas de su casa con sábanas negras y aseguraba sentirse constantemente vigilada.

Estas declaraciones, enmarcadas en un estado de miedo y manía, no hicieron más que agravar su situación. Su salud mental se deterioró hasta el punto de ser ingresada en varios hospitales psiquiátricos tras intentos de acabar con su vida.

Una vida marcada por el abandono

Hoy, Nadiuska vive recluida en el sanatorio de Ciempozuelos, donde las hermanas que la cuidan son las únicas que velan por ella. “Es una sombra de lo que fue”, aseguran quienes la recuerdan. Su historia, al igual que la de otras mujeres explotadas y descartadas por la industria, es un testimonio del daño que puede causar la deshumanización.

Valeria Vegas, que rescató del olvido a Cristina "La Veneno", lo resume así: “Para mí, no fue una pionera del Destape, fue una pionera de la salud mental”. A pesar de su trágico destino, la historia de Nadiuska es un recordatorio de la fragilidad detrás del glamour y de las cicatrices invisibles que deja una vida bajo los focos.

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