Preocupación por el estado de salud de la princesa Leonor tras pasar 11 días en el buque Elcano

Los moratones en su cuerpo son el reflejo de una rutina exigente que incluye subir al palo mayor, arriar las velas, y realizar guardias nocturnas que no perdonan el cansancio.El rostro de la princesa también delata la dureza de las jornadas.

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La Princesa Leonor en el buque 'Elcano'
La Princesa Leonor en el buque 'Elcano' - Canva Pro

 

Leonor agitaba el brazo con entusiasmo al llegar a Las Palmas, pero sus movimientos también dejaron al descubierto una imagen que ha dado mucho de qué hablar: los moratones en su brazo, visibles contra su piel pálida, testigos del esfuerzo físico que implica la vida a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano.

La hija de los Reyes de España no está disfrutando de un viaje de lujo ni de privilegios por su posición. Según fuentes oficiales de la Casa Real y la Armada, Leonor está siendo tratada como una guardiamarina más, con el mismo rigor y disciplina que sus compañeros. Los moratones en su cuerpo son el reflejo de una rutina exigente que incluye subir al palo mayor, arriar las velas, y realizar guardias nocturnas que no perdonan el cansancio.

El rostro de la princesa también delata la dureza de las jornadas. Sus ojeras y semblante cansado recuerdan las experiencias de su padre, Felipe VI, quien pasó por este mismo proceso en 1987. Según relata la periodista Pilar Eyre, el Rey vivió momentos de extrema dificultad durante su formación en el Juan Sebastián Elcano, incluyendo tormentas que lo llevaron al límite físico y emocional.

“El programa de la princesa es una copia exacta del que siguió su padre”, señala Eyre, destacando que el actual monarca, en aquel entonces un joven de 19 años, sufrió golpes, mareos y agotamiento extremo durante su primera guardia nocturna. Al igual que Felipe VI, Leonor no recibe un trato especial; en el barco, no es una princesa, sino una más.

La travesía, que recién comienza, llevará a la futura Reina de España a recorrer 8 puertos internacionales en cinco meses, con paradas en Brasil, México y Nueva York. Se espera que en esta última ciudad sea recibida por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que marcaría un importante hito diplomático en su formación.

Leonor se enfrenta a una experiencia transformadora, llena de desafíos y momentos inolvidables. Las marcas en su piel son solo el comienzo de una historia que, sin duda, fortalecerá su carácter y la preparará para su papel como futura soberana.

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