Mar Flores, al borde de las lágrimas, habla de su hijo y de su nieto: "Lo han pasado mal"

Aunque prefiere mantener su faceta de abuela alejada del foco mediático, Mar Flores no puede ocultar su felicidad en esta nueva etapa de su vida. Recientemente, las cámaras de Europa Press la sorprendieron visitando a su nieto Carlo en casa de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, justo cuando el pequeño se acerca a los 2 meses de vida.

Pese a su discreción, Alejandra ha revelado en el programa Vamos a ver lo involucrada que está Mar en el cuidado del bebé. “No quiere que la saquen, pero mi suegra se queda muchas veces con nuestro hijo cuando nosotros no estamos. Está súper pendiente del niño”, comentó con una sonrisa.

Ahora, ha sido la propia Mar quien, visiblemente emocionada, ha hablado sobre la alegría que le supone esta etapa y el buen momento que atraviesa su hijo. "Estoy muy contenta, la verdad. Ver a tu nieto, ver a tu hijo con esa satisfacción... Se merece ser feliz después de haber pasado por momentos difíciles. Es un momento muy bonito en su vida y yo lo apoyo completamente", dijo.

Si bien ha evitado comentar si el pequeño Carlo tiene más parecido con su familia o con la de Alejandra, Mar ha dejado claro que se siente plena porque "tengo salud y trabajo, que es lo que importa". Y también amor, pues ha retomado su relación con Elías Sacal, con quien ha vivido una historia de idas y venidas desde 2016. Sobre su reconciliación con el magnate mexicano, se mostró tajante. "¿Tú crees que a esta edad voy a dar explicaciones de lo que hago en mi vida privada? ¡Estamos locos, hombre!", apuntó.

En lo profesional, Mar asegura estar en una etapa muy activa, con dos proyectos en marcha que la ilusionan. En cuanto a su familia, recalca que todos están bien, lo que para ella es lo más importante.

No obstante, ha preferido esquivar las preguntas sobre los rumores que apuntan a una posible petición suya de no coincidir con Terelu Campos. Aunque Alejandra Rubio ha asegurado que la relación entre ambas es “cordial”, Mar ha cortado cualquier especulación con un escueto "no, por favor. Perdóname, por favor", dejando en el aire cualquier posible tensión entre las consuegras.