Caso de Anabel Pantoja: revelan las dos vías por las que podría acabar la investigación
Se podría abrir un juicio oral en los próximos meses, o el caso podría archivarse si se determinara que no hay pruebas suficientes para continuar con el proceso
La investigación sobre el caso de Anabel Pantoja y David Rodríguez sigue su curso, con nuevos elementos presentados ante la jueza de San Bartolomé de Tirajana. Recientemente, se han recibido nuevas pruebas, entre ellas imágenes de las cámaras de seguridad del centro comercial donde ocurrieron algunos de los hechos relacionados con el caso. Esto refuerza la trama de la investigación, que parece tomar cada vez más relevancia y atención.
El director de la revista Lecturas, Luis Pliego, ha explicado que hay dos vías posibles en las que podría concluir la investigación. En primer lugar, se podría abrir un juicio oral en los próximos meses, lo que implicaría una profundización judicial en los hechos. En segundo lugar, el caso podría archivarse si se determinara que no hay pruebas suficientes para continuar con el proceso. Sin embargo, Pliego también ha afirmado que la jueza no cerrará la investigación de manera rápida, ya que desea escuchar todos los testimonios relevantes, especialmente los de los médicos que atendieron a la niña. Además, es importante señalar que la niña debe someterse a una revisión semanal para evaluar su evolución y bienestar.
A pesar de la complejidad de la situación, Anabel ha comenzado a compartir fragmentos de su vida diaria a través de redes sociales, lo que indica que, al menos por momentos, intenta retomar una cierta normalidad. Ha mostrado imágenes de momentos cotidianos, como salidas a comer, disfrutar de la playa y desayunos al sol. Por su parte, David Rodríguez ha regresado a Córdoba para retomar su trabajo con pacientes, aunque, según las declaraciones, ambos padres están emocionalmente devastados por los hechos que han marcado su vida.
El forense que examinó a la niña concluyó que las lesiones sufridas son compatibles con movimientos violentos de aceleración-desaceleración, lo que indica que no se trató de un accidente. Los médicos que evaluaron el caso también descartaron que algún objeto externo hubiera intervenido en la crisis que sufrió la menor, lo que sugiere que no hubo manipulación voluntaria por parte de terceros. Este tipo de información agrega seriedad al caso, pues las pruebas médicas apuntan a un posible maltrato infantil.
El auto judicial también detalla que las lesiones observadas en la niña no corresponden a un accidente, sino a consecuencias de violencia, lo que implica que el caso debe ser tratado como una situación de maltrato infantil. Se subraya la importancia de entender las dinámicas entre los cuidadores y la menor, dado que ambos progenitores están imputados por ser los responsables de su cuidado en el momento de los hechos.
En cuanto a la responsabilidad de los padres, el auto de diligencias clarifica que ambos están siendo investigados por ser los cuidadores de la niña en el momento de la crisis. Aunque el padre relató que estaba solo durante el incidente, la jueza dejó claro que ambos progenitores son igualmente responsables en este caso, lo que apunta a una posible complicidad o negligencia de ambos en la situación.
Escribe tu comentario