La defensa a ultranza de José María Almoguera a Carmen Borrego
El joven ha dado la cara por su madre
Tras las feroces críticas que ha recibido Terelu Campos a su regreso de Supervivientes por el carácter altivo y prepotente que tendría con sus compañeros en la época en la que era presentadora en Telemadrid -especialmente con su secretaria, que según Alessandro Lecquio la seguía a todas partes con un cecinero en la mano y a la que escupiría los chicles en la mano antes de entrar a plató- ahora el foco está puesto en Carmen Borrego.
Tras salir un 'testigo protegido' en Fiesta y, con la voz distorsionada, ha revelado los complicados momentos que vivió con la hija de María Teresa Campos cuando todavía no había dado el salto a la fama y trabajaba detrás de las cámaras como directora de programas.
Según esta excompañera, Carmen hablaría muy mal a todo el mundo y, además, estaría "obsesionada" con comer 'tigretones' -un popular dulce de chocolate y bizcocho- durante los programas, llegando a ponerse muy nerviosa si no tenía uno a mano.
Una nueva polémica a la que la hermana de Terelu ha reaccionado con firmeza sin renunciar a su particular sentido del humor: "Que yo sepa en mi contrato no había ninguna cláusula, en la que no pudiera comer tigretones. Lo voy a revisar, por si acaso estaba. A mí me gusta lo que a mí me da la gana que me guste" ha respondido en 'Vamos a ver' comiéndose un tigretón.
"Qué le importa a esta señora, que no sé quién es porque sale con voz distorsionada. He estado pensando mucho y quiero que me graben con voz distorsionada hablando de todo el mundo que yo conozco y hablando de todas las cosas que han hecho. De vosotros también, el primero de Lecquio, pero solo lo voy a hacer con voz distorsionada", ha asegurado, lamentándose de que en este país "cuando un hombre tiene carácter es estupendo, pero cuando lo tiene una mujer siempre tiene mal carácter".
En la misma línea se ha mostrado José María Almoguera, que no ha dudado en salir en defensa de su madre ante las críticas que ha recibido en los últimos días, dejando claro que aunque es cierto que le gustaba comer tigretones, no tenía mal carácter con sus compañeros: "El tigretón, sí. Era un poco así de que era como de superstición. Una vez le fue bien y pedía un tigretón, pero vamos, me parece una absurdez".
"Eso es metira. Puesto que yo he sido trabajador con ella durante varios años, hemos coincidido en el mismo programa, malas formas te aseguro yo que no" ha sentenciado, apuntando que "una cosa es ser exigente y otra cosa es tener malas formas". "Cuando tú diriges un programa, quieres hacer buenas audiencias y ese tipo de cosas, pues tienes que exigir, pero igual que exigencias de tus trabajadores, te exiges a ti mismo. Cuando tú eres exigente contigo mismo, quieres sacar un buen producto, y eres exigente con tus trabajadores, nada más" ha asegurado, posicionándose la lado de su madre.
Escribe tu comentario