El regreso a Barcelona de José Sacristán

José Sacristán actuó en Barcelona por primera vez un lejano año 1961 con la compañía de Julia Gutiérrez Caba y vuelve a hacerlo ahora mismo en el teatro Romea de la calle del Hospital donde celebrará su cumpleaños -nació en 1937- el 27 de septiembre como protagonista de “La colección” una comedia de Juan Mayorga que llega con una excelente acogida en todos los escenarios en los que se ha representado.

“Todos somos de uno u otro modo coleccionistas” dijo el autor, quien añadió que “nunca nadie muere tan pobre que no deje algo tras de sí, entre lo que se incluyen los recuerdos” aunque añadió que “en ocasiones es difícil que estos encuentren herederos”. Tal es el punto de partida de esta obra en la que a partir del deseo de un matrimonio sin descendientes por encontrar destinatario a la colección reunida a lo largo de toda su vida Mayorga aprovecha la ocasión para tratar sobre el matrimonio, el paso del tiempo y la misteriosa relación que establecemos entre vosotros mismos los objetos que nos rodean. 

Mayorga recordó a Cicerón quien dijo aquello de que “no vivimos solo por nosotros” y que a veces no hacemos coleccionismo por nosotros mismos. Pero en todo caso reconoció que en una obra salen cosas que a veces su propio autor desconoce y que por ello “La colección” es algo parecido a un libro abierto en el que el espectador encontrará sorpresas. Dicho todo lo cual solo cabe añadir que lo que parece inicialmente como un eje temático sencillo se va complicando progresivamente hasta producir cierta perplejidad. ¿Existe o no verdaderamente una colección a la que hay que buscar destino? ¿Es un espejismo con el que los presuntos propietarios juegan? O ¿es simplemente un juego con el que Mayorga envuelve sibilinamente -y confunde- al espectador? Oficio tiene, sin duda, para ello.

Pero la función va, en este caso, más allá de su texto. Porque permite ver y, sobre todo, escuchar, a un actor de fuste como José Sacristán que a sus ochenta y pico permanece impertérrito “diciendo” el texto con exquisita expresividad y esa dicción propia de los actores de antes que ya casi habíamos olvidado por culpa de la obsesión actual en interpretar con una presunta “naturalidad”. El actor madrileño se desenvuelve con la autoridad y el oficio que dan los años de experiencia profesional y lo hace con maestría y lucidez, acompañado de Ana Marzoa, Zaira Montes e Ignacio Jiménez. Excelente oportunidad por tanto para reencontrarle sobre un escenario con la calidez que da el espectáculo teatral.