La nostalgia de Boccherini por las noches de Madrid

La Ritirata presenta una grabación de varios quintetos de cuerda con dos violonchelos

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Fandango

 

Con el nuevo curso llegan interesantes lanzamientos musicales, como es el reciente disco del conjunto La Ritirata, titulado Fandango y dedicado a los quintetos de cuerda de Luigi Boccherini. Se trata de un trabajo que afianza la sólida relación del ensemble que dirige Josetxu Obregón con el compositor de Lucca, puesto que su obra está bien presente en la discografía del grupo a través de tres volúmenes dedicados a los tríos de cuerda y uno a las sonatas.

La Ritirata fue creado en Holanda en 2008 durante la estancia allí de Josetxu Obregón, y tiene como campo de actuación la interpretación histórica dirigida a redescubrir repertorios del Barroco, el Clasicismo y primer Romanticismo, desde la aparición del violonchelo hasta que la línea entre la interpretación histórica y moderna del mismo se estrecha al terminar el Romanticismo. Precisamente, el nombre de la formación es un homenaje a Boccherini, pues se trata del último movimiento del quinteto La Musica Notturna delle strade di Madrid, incluido en este disco.

Luigi Boccherini fue un relevante impulsor de la música de cámara -un mérito reconocido por el propio Haydn-, y también es responsable de aumentar el protagonismo del violonchelo en los cuartetos de cuerda. Vivió y trabajó en España gran parte de su vida, entre 1768 y su muerte, en 1805, por lo que no es de extrañar que le dedicase uno de sus más célebres quintetos de cuerda a la villa de Madrid, en concreto, a su vida nocturna. El disco Fandango incluye este quinteto, el nº 60 en do mayor, G 324, además de los nº12, L’Uccelliera, nº73 y nº77, bautizado como Fandango pues presenta una notable influencia española e incluso va acompañado del sonido de las castañuelas.

La composición del quinteto con dos violonchelos se identifica como un proceso evolutivo en la obra de Boccherini, como producto del aumento de la instrumentación y de la expansión textural desde su trabajo previo en el cuarteto de cuerdas. Parece ser que fue el primero en introducir dos violonchelos en los quintetos, que corresponden a su fase de madurez como músico, mientras que los dúos, tríos y cuartetos están más asociados a su etapa juvenil. 

A pesar de que Luigi Rodolfo Benito Boccherini, que era su nombre completo, nació en la Toscana italiana, vivió 37 de sus 62 años de existencia en la península ibérica. Hacia 1768 Boccherini y su colega Filippo Manfredi llegan a Madrid invitados por el embajador español en París. La intención del joven músico era entrar a trabajar en la corte de Carlos III, pero tuvo que conformarse con un destino algo más modesto como fue convertirse en compositor y virtuoso de cámara del infante don Luis, hermano del monarca. El italiano sirve como músico en el grandioso palacio neoclásico que se había hecho construir el infante por el arquitecto Ventura Rodríguez en la localidad de Boadilla del Monte. Tuvieron que ser unos años maravillosos para el compositor conviviendo con la más alta sociedad de la villa y corte, y frecuentando a numerosos artistas de toda índole que satisfacían las inquietudes culturales del mecenas hermano de su majestad.

La afición por el sexo y los continuos escarceos amorosos de Luis Antonio Jaime de Borbón y los intereses sucesorios de Carlos III le llevan, por una parte, a casar a su hermano pequeño con la dama aragonesa María Teresa de Vallabriga y Rozas, y por otra, a expulsarle de la corte por los continuos escándalos en los que se vio envuelto, de forma que acabó recalando en Arenas de San Pedro, Ávila, al pie de la Sierra de Gredos, donde se hizo construir el Palacio de la Mosquera en 1780, también por el arquitecto Ventura Rodríguez.

Boccherini siguió a su patrón y durante los ocho años que vivió en la localidad abulense, donde compuso cerca de un centenar de piezas, de cámara y orquestales, entre las que se encuentra la obra Quintettino en do mayor, La Musica Nocturna delle Strade di Madrid Op. 30 Nº6 (G324). Se trata de una mini suite que retrata las noches de la corte con su bullicio, el sonido de las campanas de las iglesias, los bailes en los que se divertían los jóvenes en los barrios, y finalmente, la Ritirata o toque de queda a medianoche. Un cuadro tan vivo de las calles de Madrid pone en evidencia la nostalgia que sentía Boccherini de la capital en su retiro castellano.

Resulta curioso que el compositor escribió a su editor de París conminándolo a que esta pieza no fuese publicada fuera de España porque, a su juicio, nadie que no hubiese vivido el ambiente madrileño de la época podría comprender, e incluso interpretar correctamente, la partitura del Quintettino. La Ritirata ha grabado en Fandango una excelente versión de esta pieza tan maravillosa.

También aparece en el disco el Quinteto nº 12 op. 11 nº 6 en Re mayor, L’Uccelliera, G 276, compuesto en 1771 en Boadilla del Monte, cuyo nombre, El aviario, puede ser un homenaje a dos de las aficiones de don Luis de Borbón, como eran las aves y la caza. Completan el volumen el Quinteto de cuerdas nº 73 en si bemol mayor, G 337, compuesto en 1787, y el Quinteto de cuerdas nº 77 en re mayor, G 341 “Fandango”, fechado en 1788 y realizado para el rey Federico Guillermo II de Prusia.

Fandango es una brillante muestra de la grandeza y la elegancia de la obra de Boccherini, y constituye un verdadero goce y disfrute para el oído.

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