El Teatro Akadèmia presenta “L’origen del mon” de la italiana Lucía Calamaro
Es la primera vez que esta comedia, traducida al catalán por Carles Fernández Giua, se representa fuera de Italia
Pese a ser uno de los más acreditados valores de la dramaturgia italiana contemporánea, el nombre de Lucía Calamaro no es demasiado conocido por estos pagos. Guido Torlonia, responsable del Teatre Akadèmia, se ha propuesto hacerlo accesible al público barcelonés con el montaje de una de sus obras dramáticas más celebradas, “L’origen del mon”, que cuenta en su haber con tres premios Ubu. Calamaro es romana, aunque la profesión diplomática de su padre le llevó a vivir en Uruguay durante su adolescencia y allí tuvo su primera relación con el teatro. Más tarde estudió en la Sorbona y en París conoció al mimo Jacques Lecoq para seguidamente marchar a su ciudad natal y graduarse el Dramaturgia. Fundó entonces la compañía Malebolge y escribió sus primeras obras, la segunda de las cuales, que tuvo también una versión radiofónica, es justamente la que llega ahora en Barcelona bajo la dirección del propio Guido Torlonuia, responsable de la gestión del teatre Akadèmia.
Torlonia resalta que es la primera vez que “L’origen del mon”, que ha traducido al catalán Carles Fernández Giua, se representa fuera de Italia y ha contado para ponerla en escena con la colaboración de tres extraordinarias actrices Alicia González Laá, Queralt Casasayas i Annabel Totusaus (que hace doblete: interpreta a la hija y a una sicóloga) puesto que ésta es una obra de protagonistas exclusivamente femeninos que la autora escribió mientras estaba embarazada. “De hecho no hay una protagonista única -nos dice- puesto que tiene carácter coral y en ella tres mujeres de una misma familia, abuela, madre e hija, exteriorizan su vida interior, y sus crisis personales dando forma a un retrato vital que se desarrolla sin una secuencia en el tiempo”. Añade que “es un canto nocturno, donde los personajes se pierden en el laberinto de su existencia y buscan la maraña que les permita salir planteando temas como la muerte, la maternidad, la depresión o nuestro ser en el mundo. Las preguntas que se plantean parten a menudo de un revoltijo de conceptos y frases, en una búsqueda aparentemente confusa que sólo después se disuelve en una serie de puntos de vista deslumbrantes y visiones brillantes. Es un proceso muy teatral, combinado con capacidad para tocar temas difíciles y despiadados, pero siempre con una ligera ironía”.
La obra está dividida en tres actos, “Dona melancòlica a la nevera” -este elemento escenográfico tiene una curiosa relevancia-, “Alguns diumenges en pijama” y “El silenci de l’analista”, que se desarrollan en espacio escénico diseñado por Sebastià Brosa i Laura Martínez Pi cuya arquitectura permite, a partir de una estructura frontal, ir extrayendo elementos que sirven para ambientar cada una de las escenas. A destacar también otros factore son menos relevantes, como la cuidada iluminación de Lluis Serra o el vestuario de Nidia Tusal y Consol Díaz (elegantísimo traje el de Alicia González Laa)
Al estreno asistió especialmente invitada la autora Lucía Calamaro, de la que Torlonia dijo que “como espectador siempre pienso que parece que me lee mis pensamientos”.
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