Gaudí: regresa “Barcelona 24H”, homenaje teatral a la juventud y a la ciudad

Una comedia musical de pequeño formato de Pau Barbará que vuelve cinco años después al teatro Gaudí con nuevo montaje y la dirección de Marc Flynn

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Teatro.Gaudí.Barcelona 24H

 

Hay ciudades que consiguen ser inmortalizadas en la memoria colectiva a través del mundo del espectáculo. París lo fue sin duda durante la “belle epoque”, como luego Londres y Nueva York han reivindicado esta primacía y han inspirado numerosas películas y obras de teatro. Pues bien, Barcelona también ha alcanzado esta categoría de ciudad mítica e inspiradora y no solo gracias a Woody Allen, sino también a creadores locales como Pau Barbará, que han sabido convertirla en protagonista de sus obras. Flores escribió texto y música de un espectáculo titulado “Barcelona 24H” que, estrenado antes de la pandemia, ha conseguido consolidar su vigencia, circunstancia que ha permitido recuperarlo en el mismo escenario en que lo vimos hace cinco años, el teatro Gaudí. Marc Flynn, que se afincó en nuestro país y se enraizó en Barcelona y trajo con él el conocimiento de la magia del musical londinense y lo aplicó en su quehacer artístico, es el director de este musical en el que ha contado con tres de los artistas que lo protagonizaron entonces: Jaume Casals, Anna Piqué, y Àlex Sanz, con la incorporación de Mireia Orrit.

Habida cuenta del espacio escénico al que nos referimos, se trata de un musical de pequeño formato, género que se está consolidando con fuerza en Barcelona y que corre parejo al éxito de los grandes montajes. En este tipo de espectáculos sólo es necesario que la música sea pegadiza, el argumento agradable y, lo más importante, los intérpretes idóneos. Porque todo va a recaer sobre ellos. ¿La escenografía, el vestuario? No diremos que son prescindibles, pero basta con elementos sencillos fácilmente transformables o movibles y ropa de calle. Eso sí, aderezado con mucha ilusión y ganas de hacer pasar un rato divertido al público.

Pues bien, tales condiciones las reúne “Barcelona 24H”. Flyn dirige con maestría a los cuatro intérpretes que interpretan los respectivos papeles con extraordinaria energía, dinamismo y entrega. Resulta sobresaliente la maestría con la que combinan texto hablado -parvo, mínimo- con los cantables y la agilidad con la que se mueven en escena accediendo o desapareciendo desde los cuatro frentes que ofrece este teatro de forma cuadrangular, lo que permite que la acción surja de cualquiera de esas esquinas.

No hace falta decir que el hilo argumental es sencillo, aunque los personajes resultan creíbles en una Barcelona que identificamos de inmediato con el Paralelo y la Sala Apolo: tales la fotógrafa que acaba de romper su relación sentimental, la chica pija de Sarriá,  el muchacho romántico o el ejecutivo ambicioso y superficial que se encuentran y tejen una red de relaciones que constituyen el eje de la acción dramática con la colaboración puntual del dependiente del super 24 horas. 

“Barcelona 24H” es, por tanto, el clásico musical cuyo verdadero trasfondo es el homenaje a una ciudad alegre y faldicorta, en la que reside una juventud que quiere vivir, pero también divertirse, que desea conseguir vivienda propia e independizarse, pero que se ve obligada a mantenerse colgada de sus padres. Añadiríamos que en un tiempo en el que abundan los ingredientes “picantes”, es, pese a que el sexo está circunstancialmente presente, una obra ingenua, sin anfractuosidades, agradable y entretenida y adecuada casi, casi para todos los públicos.

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