“Entre monstres”: la huella de los traumas infantiles (Akadèmia)
El texto de Manel Moreno resultó seleccionado en los proyectos para los teatros de proximidad asociados bajo el común denominador de “On el teatre batega”
No es frecuente que el autor de una obra teatral reciba su inspiración del análisis que ofrece alguna encuesta como punto de partida para explicar el origen de su trabajo literario. Pues bien, Manel Moreno, autor de “Entre monstres”, obra que resultó seleccionada en la cuarta convocatoria de proyectos para los teatros de proximidad asociados bajo el común denominador de “On el teatre batega”, recuerda que, según un macroestudio realizado hace cinco años por el Ministerio de Igualdad, hay en España 1.678.959 menores que comparten un domicilio en el que la mujer sufre o ha sufrido algún tipo de violencia, sea ésta física, sexual, control, emocional o económica, o que sencillamente haya de soportar la percepción de miedo.
A partir de estos parámetros nació “Entre monstres”, un texto dramático que fabula en torno a “la visita guiada de un adulto hacia los recuerdos de unos hechos traumáticos que sufrió cuando era un niño, con el miedo a enfrentarse al perpetrador que en su imaginario ve como un monstruo. Y es que la sociedad suele mitificar a los abusadores convirtiéndolos en bestias, animales, monstruos, el hombre del saco… para alejarlos de la realidad y no verlos como algo recurrente; porque nosotros creemos que éste es un problema estructural provocado por un sistema patriarcal que se expande en todos los campos: desde el legal, hasta el jurídico, pasando por el mediático y llegando al núcleo familiar”.
El protagonista aparece como un joven interesado en buscar vivienda y le encontramos en el momento en que acude a la cita establecida a tal efecto con cierta inmobiliaria. Trata de conocer un piso que está en oferta, por lo que acude con el empleado de la intermediaria, personaje dotado de irrefrenable verborrea. El caso es que el propósito inicial se tuerce cuando el convencional recorrido de una a otra estancia se transforma en un viaje onírico alfombrado de recuerdos vivencias y traumas asociados a personaje de su proximidad. El texto se inicia de forma ligera, como invitando al espectador a asistir a una comedia sin mayores pretensiones, pero al cabo la situación empieza a complicarse y a adquirir progresivo dramatismo.
Israel Solà, que ha asumido la dirección de este montaje, marca esta transformación modulando el ejercicio interpretativo de David Bagés, Rafa Delacroix, Montse Esteve y Georgina Latre. Como ocurre en algunas otras propuestas que encuentran acomodo esta recoleta y acogedora sala, la escenografía es parva, por lo que la ambientación se fundamenta en la luminotecnia que incluye un complejo juego de luces, cuando no de claroscuros o de auténtica oscuridad. Y de este modo, y como dicen los responsables de 42KM, Cassandra Projectes Artístics, coproductores de ”Entre monstres” con la propia sala, “contando nuestra historia, que es la historia de muchas personas, intentamos encontrar los mecanismos para desarticular la narrativa impuesta que nos hace creer que lo que ocurre dentro de casa, debe quedarse dentro de casa”.
No es frecuente que el autor de una obra teatral reciba su inspiración del análisis que ofrece alguna encuesta como punto de partida para explicar el origen de su trabajo literario. Pues bien, Manel Moreno, autor de “Entre monstres”, obra que resultó seleccionada en la cuarta convocatoria de proyectos para los teatros de proximidad asociados bajo el común denominador de “On el teatre batega”, recuerda que, según un macroestudio realizado hace cinco años por el Ministerio de Igualdad, hay en España 1.678.959 menores que comparten un domicilio en el que la mujer sufre o ha sufrido algún tipo de violencia, sea ésta física, sexual, control, emocional o económica, o que sencillamente haya de soportar la percepción de miedo.
A partir de estos parámetros nació “Entre monstres”, un texto dramático que fabula en torno a “la visita guiada de un adulto hacia los recuerdos de unos hechos traumáticos que sufrió cuando era un niño, con el miedo a enfrentarse al perpetrador que en su imaginario ve como un monstruo. Y es que la sociedad suele mitificar a los abusadores convirtiéndolos en bestias, animales, monstruos, el hombre del saco… para alejarlos de la realidad y no verlos como algo recurrente; porque nosotros creemos que éste es un problema estructural provocado por un sistema patriarcal que se expande en todos los campos: desde el legal, hasta el jurídico, pasando por el mediático y llegando al núcleo familiar”.
El protagonista aparece como un joven interesado en buscar vivienda y le encontramos en el momento en que acude a la cita establecida a tal efecto con cierta inmobiliaria. Trata de conocer un piso que está en oferta, por lo que acude con el empleado de la intermediaria, personaje dotado de irrefrenable verborrea. El caso es que el propósito inicial se tuerce cuando el convencional recorrido de una a otra estancia se transforma en un viaje onírico alfombrado de recuerdos vivencias y traumas asociados a personaje de su proximidad. El texto se inicia de forma ligera, como invitando al espectador a asistir a una comedia sin mayores pretensiones, pero al cabo la situación empieza a complicarse y a adquirir progresivo dramatismo.
Israel Solà, que ha asumido la dirección de este montaje, marca esta transformación modulando el ejercicio interpretativo de David Bagés, Rafa Delacroix, Montse Esteve y Georgina Latre. Como ocurre en algunas otras propuestas que encuentran acomodo esta recoleta y acogedora sala, la escenografía es parva, por lo que la ambientación se fundamenta en la luminotecnia que incluye un complejo juego de luces, cuando no de claroscuros o de auténtica oscuridad. Y de este modo, y como dicen los responsables de 42KM, Cassandra Projectes Artístics, coproductores de ”Entre monstres” con la propia sala, “contando nuestra historia, que es la historia de muchas personas, intentamos encontrar los mecanismos para desarticular la narrativa impuesta que nos hace creer que lo que ocurre dentro de casa, debe quedarse dentro de casa”.
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