Un astrofísico pone en duda elementos científicos de 'Interstellar'

Kip Thorne y Neil deGrasse Tyson debaten sobre la física de las olas en el espacio-tiempo de la película

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Un astrofísico pone en duda elementos científicos de 'Interstellar'. Foto: Interstellar

 

Interstellar, dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Matthew McConaughey, Anne Hathaway y Jessica Chastain, fue una de las películas de ciencia ficción más impresionantes de la última década. El filme, que explora los límites del espacio-tiempo y las posibilidades de viajes interdimensionales, contó con la asesoría científica de dos grandes figuras: Neil deGrasse Tyson, astrofísico y presentador de StarTalk, y Kip Thorne, físico teórico que jugó un papel clave en la precisión científica de la película, especialmente en lo que respecta a los agujeros de gusano y el modelo del espacio-tiempo.

En este contexto, Thorne fue fundamental para asegurar que los conceptos científicos en la película fueran lo más realistas posible. Sin embargo, hubo una escena que despertó ciertas dudas en Tyson, especialmente en lo referente a las olas gigantes que aparecen en el planeta Miller. Este planeta, situado cerca de un agujero negro llamado Gargantúa, presenta un fenómeno de olas enormes debido a la fuerte gravedad del agujero negro. Tyson, conocido por su precisión científica, cuestionó dos aspectos de la escena.

Tyson se preguntó si las olas mostradas en Interstellar serían posibles en la vida real, poniendo en duda dos puntos clave. Primero, se cuestionó si el fenómeno causado por las mareas podría generar olas tan pronunciadas como las vistas en la película. Y segundo, planteó una pregunta aún más intrigante: si se trata de una ola, ¿cómo podría el agua estar calmada antes de que una ola gigantesca apareciera de repente? Estas dudas llevaron a una conversación entre los dos científicos, quienes discutieron la naturaleza de las olas en este contexto cósmico.

Kip Thorne, con su vasta experiencia en la física de fluidos, explicó que lo que se muestra en la película es un tipo específico de ola conocida como onda solitaria. Este fenómeno fue descubierto en el siglo XVIII cuando un barco navegaba por un canal y generó una ola que se propagaba a lo largo del agua. A diferencia de las olas comunes, las ondas solitarias tienen un pico pronunciado que puede recordar la forma de la ola mostrada en la película. Sin embargo, Thorne admitió que la ola en Interstellar fue una exageración de este fenómeno natural, aunque no descartó por completo su existencia en un contexto de gravedad extrema.

Las ondas solitarias se forman debido a dos efectos físicos fundamentales. Primero, la dispersión, donde las partes más altas de la ola se mueven más rápido que las más bajas, y segundo, el aumento de la pendiente, que es causado por efectos no lineales en el agua. Estos efectos, cuando se combinan, permiten la formación de olas con un pico muy pronunciado, similar a la que se muestra en Interstellar

Además, Thorne profundizó en el comportamiento de las olas en términos de velocidad: las olas pequeñas viajan más lentamente, mientras que las grandes se desplazan más rápidamente. En este contexto, la cresta de una ola puede llegar a romperse antes de que el resto de la ola llegue a la orilla, un fenómeno explicado por los efectos de dispersión y aumento de la pendiente.

Después de esta explicación detallada, Neil deGrasse Tyson aceptó la teoría de las ondas solitarias propuesta por Thorne. El misterio detrás de la ola gigante de Interstellar fue finalmente resuelto, y ambos científicos llegaron a la conclusión de que, aunque la representación cinematográfica había sido algo exagerada, el fenómeno era plausible dentro de los límites de la física teórica.

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