“El movimiento sionista es un proyecto colonial de asentamientos”, dice el escritor israelí Ilan Pappé

“Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina” es un excelente manual que analiza este drama histórico con sentido crítico y como “un problema de descolonización” para el que propone un “Estado democrático en el que todos, palestinos o israelíes, disfruten de los mismos derechos”

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Libros.Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina

 

No todo son voces unánimes en Israel. Aunque los medios trasmitimos la sensación de que parece existir una exaltación patriótica sin fisuras, se detectan voces discordantes que analizan el devenir histórico del proyecto sionista con objetividad y sentido crítico. Una de ellas es la del profesor israelí de Historia en la Universidad de Exeter Ilan Pappé, autor del manual “Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina” (Capitán Swing) en el que propone una visión clara de un contencioso que parece irresoluble, al menos en el corto plazo.

Pappé, nacido en Haifa, recuerda que los primeros judíos se asentaron en Oriente Medio en un lejano 1882, aunque la creación de un hogar judío formulada por Theodor Herzl en 1887 no tenía muy claro si éste debía situare allí o en Uganda. Las cosas fueron rodadas en favor de Palestina entre otras razones porque las favoreció Gran Bretaña quien, tras la guerra europea y el desmembramiento del Imperio otomano asumió el mandato de Sociedad de Naciones en la zona. El holocausto nazi y el final de la segunda guerra mundial incrementaron la inmigración y de este modo, y con la acción violenta de movimiento terroristas como la Haganá, se llegó a la partición decretada por la ONU en 1947 que contempló la creación de dos estados: Israel y Palestina, de los que solo el primero se convirtió en realidad.

Ello no obstante y por una serie de concausas, tales la compra voluntaria o forzosa de propiedades a los autóctonos y la agresividad israelí contra comunidades palestinas, así como la paralela enemiga de los árabes o la complicidad de Jordania, convirtieron Oriente Medio en un polvorín que dio lugar a sucesivos conflictos armados y a una política expansionista que no ha cesado hasta el momento. 

El autor recuerda que Palestina no era un tierra vacía, rechaza considerar a los habitantes de la Palestina romana como antepasados de los colonos sionistas, opina que la implantación del Estado judío fue una maniobra de los imperialistas británicos y que desde el momento en que el movimiento sionista aceptó Palestina como hogar judío se convirtió en un asentamiento de colonos  (“el movimiento sionista -dice Pappé- es un proyecto colonial de asentamientos continuo que busca obtener la mayor cantidad de terreno con la menor cantidad de nativos posible”) Además, el proceso de emancipación colonial vivido durante el siglo XX nunca se aplicó a los palestinos y la intervención en el conflicto de Estados Unidos y los países occidentales ha sido hipócrita y, por tanto, inútil. 

Considera que “los gobernante israelíes afirman estar de acuerdo en formar parte de un proceso de paz en el que se discuta el destino de Cisjordania y la franja de Gaza (que dice fue un invento de Israel), pero en la práctica no contemplan un Israel que no tenga el control directo o indirecto de esta zona”. En resumidas cuentas, para Pappé, y habida cuenta de la existencia del asentamiento de 700.000 colonos en territorio palestino, la solución de los dos Estados ha dejado de ser posible, por lo que aboga por la erección de un Estado democrático en el que todos, palestinos o israelíes, disfruten de los mismos derechos y tengan libertad de movimiento por toda la Palestina histórica”.

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