Xavier Albertí: el cuplé como expresión del protofeminismo

Le Croupier inicia en Gracia su gira por Ateneos y entidades culturales de Catalunya con Sicalíptiques'

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Un detalle del cartel

 

La legua es algo vivo que no solo se sustenta de la tradición, sino que acuña diariamente términos novedosos que no siempre acaban consolidándose de forma permanente. Fue, sin duda, el caso de “sicalipsis”, que el diccionario de la Real Academia define como “malicia sexual, picardía erótica” y surgió como consecuencia de la publicación en 1902 de cierta novela pornográfica. El neologismo hizo fortuna y arraigó en el lenguaje popular como forma de identificación de espectáculos y canciones de alto voltaje, aunque a medida que pasó el tiempo fue quedando paulatinamente en el olvido. Acaso porque lo que hace un siglo se consideraba “pecaminoso”, hoy no escandaliza a casi nadie.

Sicalípticos fueron considerados la mayoría de los cuplés que interpretaban bellas suripantas (otro neologismo de aquella época, también olvidado) Tuvo su origen en la Francia galante y frívola, pero arraigó con fuerza por estos pagos y habría quedado recluido en el arcano de la historia si Sarita Montiel y Lilian de Celis no lo hubieran recuperado hace medio siglo en un renacimiento que ha tenido continuidad en otras vocalistas posteriores.

Tal como ocurre con la copla española, el cuplé es, desde el punto de vista narrativo, un prodigio de abreviación puesto que desarrolla en no mucho más de tres minutos una historia completa, con planteamiento, nudo y desenlace. En la mayoría de los casos, de temática sentimental y con un tono que puede ir de lo dramático a lo puramente caricaturesco, pasando por lo burda o elegantemente erótico. Y con un ingrediente añadido: la sabia y cómplice utilización del doble sentido, recurso imaginativo, pero infortunadamente en desuso.

El director teatral Xavier Albertí nos revela también otro rasgo subyacente que no habíamos advertido y es la expresión subliminal de un cierto protofeminismo puesto que el eje argumental de muchos cuplés esconde actitudes y/o reivindicaciones propias de la identidad de género, lo que equivale a reconocerle un valor añadido ciertamente sobresaliente. Lo pone de relieve en el espectáculo Sicalíptiques que ha montado el grupo teatral Le Croupier y girará por una treintena de teatros de Catalunya a lo largo del presente año. Se trata de un espectáculo sencillo con dramaturgia de Josep Maria Miró en el que Mont Plans, Aina Sánchez y Carles Cors interpretan una docena de canciones en castellano o catalán, entre ellas algunas tan conocidas como “La Paula té unes mitges” o el tango de la cocaína. “Sicalíptiques” es, por tanto, un espectáculo sencillo que no precisa de alambicados decorados, ni de vistos vestuario. Solo requiere de buenas voces, habilidad escénica y agudeza expresiva, sobre todo en aquellos cuplés con mayor carga picante. 

El debut tuvo lugar en el teatro del Centro Moral e Instructivo de Gracia, una entidad con más de siglo y medio de existencia, que dispone en su sede de Ros de Olano 9 de un espacio escénico recoleto y excelentemente acondicionado. Una verdadera bombonera que -lo confesamos humildemente- no habíamos conocido y que el estreno de esta función no ha dado la oportunidad de hacerlo.

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