Gabrielle Chanel, 'la mujer que diseñaba para mujeres con mentalidad de hombre'

Inmaculada Urrea, experta en la figura de la modista francesa, sostiene que Chanel no diseñaba con la intención de seguir tendencias o de adaptarse a un mercado masivo, sino que creaba ropa que ella misma quería llevar. Desde los cómodos jerseys de punto hasta los icónicos trajes de chaqueta, todas sus piezas estaban inspiradas en su propia filosofía de vida: la libertad de movimiento y la independencia femenina. Chanel los corsets y faldas voluminosas que dominaban la moda femenina de su tiempo, apostando por líneas sencillas y tejidos ligeros. Estas elecciones no solo respondían a una revolución estilística, sino también a una necesidad personal, la libertad que siempre ansió de pequeña la obtenía con la moda. Ella misma prefería la comodidad y la funcionalidad, por lo que diseñaba para mujeres que compartieran esa visión. Chanel creía en una mujer activa, que se moviera con libertad y tuviera un rol independiente en la sociedad, en lo que también, comenta Urrea, la "mujer Chanel" "debía de salir a la calle a conquistar al hombre que desea". Una mentalidad aceptada en la época y que Gabrielle Chanel lo entendía como "normal", pero inaceptable en 2025.

Diseñar para su propia imagen

A lo largo de su carrera, Coco Chanel se convirtió en su mejor musa. Inmaculada Urrea argumenta que su estilo personal era la base de su propuesta de moda, lo que la diferenciaba de otros diseñadores de su época. En lugar de pensar en un ideal abstracto de mujer, Chanel diseñaba para sí misma y para aquellas que compartían su visión moderna y emancipada, eso sí, adaptando muchas de las prendas del armario 'masculino' de la época, como jersyes, cardigans o jaquetas tweed . Este enfoque explica por qué sus creaciones siguen siendo relevantes hoy en día. Al centrarse en la funcionalidad y la atemporalidad, Chanel no solo marcó un estilo, sino que también creó una filosofía de vestimenta que sigue vigente en la actualidad. Su legado en la moda no solo radica en sus icónicos diseños, sino en su visión de una mujer empoderada que vistió para sí misma y no para cumplir con las expectativas de los demás.