En 2020 en medio de la pandemia y de una crisis económica, el entonces presidente del Fc Barcelona, Josep Maria Bartomeu reúne a cuatro jugadores en su despacho y convence a Ter Stegen , De Jong, Lenglet y Gerard Piqué para que se bajen el sueldo y cómo a contrapartida, alargarán su contrato. Los jugadores aceptan encantados y firman porque por un pequeño esfuerzo económico el primer año terminarán multiplicando casi por dos lo que deberían cobrar. Tan sólo Piqué alarga su contrato manteniendo unas condiciones económicas similares pero con este acuerdo el Barça se comprometió a gastarse 311 millones de euros y lastran económicamente a la actual directiva de Joan Laporta.

La masa salarial sigue disparada y por la oposición de los futbolistas que tienen contratos heredados a largo plazo y con unas condiciones extremadamente buenas.

El Barça calcula que en una docena de lo que cobran los futbolistas está un 200% por encima de lo que ingresarían en alguna otra entidad.

Bartomeu ya había cerrado las cuentas de la temporada 2019/20 con unas pérdidas de casi 100 millones y las proyecciones no eran optimistas. Esa rebaja salarial pactada con los cuatro futbolistas supusieron un ahorro que rondaba los 30 millones, entre la parte salarial (entre 16 y 18) y las amortizaciones (15). Y lo que hizo la directiva saliente fue pasar el balón a los nuevos gestores del club. A nivel salarial, había un ahorro en las cuentas de la temporada 2020/21 pero de cara a las siguientes, los jugadores no sólo recuperaban lo que habían perdido sino que pasaban a ingresar mucho más y aumentando la duración de los contratos: Piqué hasta 2024 , Ter Stegen hasta 2025 y Lenglet y Frenkie de Jong hasta 2026.

El Barça ve indicios de "criminalidad" en el contrato de renovación que De Jong firmó con Bartomeu

Ahora bien, ¿era correcta aquella renovación a toda prisa, hecha justo el día antes de que se iniciara la mesa de negociación, una semana antes de dimitir, y que suponía que los contratos de cuatro futbolistas se multiplicaran? Ésta es la duda que tiene

Ante los 311 millones comprometidos y que se hizo este pacto una semana antes de dimitir y antes de sentarse en la mesa de negociación con toda la plantilla, el Barça, trasladó la cuestión a sus servicios jurídicos y consultó a dos bufetes de abogados , y en ambos casos los especialistas consideran que existen indicios de criminalidad . Y el club está estudiando presentar una demanda contra la anterior directiva por administración desleal.

Sobre este caso, Josep Maria Bartomeu se defiende y asegura que los contratos fueron validados por abogados del club, auditores y la Liga. En paralelo, el club, ahora en manos de Laporta, se ha puesto en contacto con los jugadores afectados. Gerard Piqué es el único que se ha mostrado receptivo y ha accedido a una rebaja salarial, volviendo a las condiciones que tenía pactadas anteriormente. Esta novación –la misma duración pero con distintas condiciones salariales–, que todavía no está cerrada, implicará que el jugador mantenga el contrato hasta el 2024 pero cobrando mucho menos dinero. En el caso de Lenglet, De Jong y Ter Stegen, los futbolistas han dejado el caso en manos de sus agentes y, según aseguran en el Barça, por ahora no existe ningún indicio que quieran llegar a ningún acuerdo.