El Girona pierde de forma clara en el Metropolitano contra un sólido Atlético (3-0)

El Girona no tuvo opción alguna de victoria contra el Atlético de Madrid en su visita al Metropolitano (3-0) del pasado domingo 25 de agosto. El partido solo tuvo un color rojiblanco, el de los de Diego Simeone, mientras que el Girona se mostró como un conjunto inocente y con muchos deberes por hacer... aunque es cierto que únicamente se han jugado dos partidos de liga.

Pese a ser el tercer y cuarto clasificados de la pasada campaña, ambos equipos no ofrecieron su mejor versión, probablemente debido a lo temprano que llegó el encuentro. El Girona pagó caro un error de Paulo Gazzaniga, y desde entonces, le fue difícil competir con los locales, que sellaron la victoria al inicio y al final de un segundo tiempo dominado por los visitantes.

Simeone realizó varios cambios en su once, posiblemente para administrar energías en este inicio de temporada o para ajustar ciertos aspectos tras el 2-2 contra el Villarreal. Álvarez ocupó el lugar de Alexander Sorloth, mientras que Koke, Axel Witsel y Reinildo comenzaron en el banquillo, cediendo su posición a jugadores más ofensivos como Rodrigo Riquelme.

El partido fue equilibrado y con pocas ocasiones claras. Samu Lino tuvo una buena oportunidad al inicio, pero Gazzaniga la neutralizó. Sin embargo, en el tramo final de la primera mitad, un error del portero argentino al salir del área resultó en una falta que Antoine Griezmann convirtió en el 1-0 en el minuto 39. El gol animó el encuentro, y Abel Ruiz estuvo cerca de igualar antes del descanso, mientras que Roro Riquelme (ex del Girona) también tuvo una ocasión para ampliar la ventaja.

En la segunda mitad, el entrenador del Girona, Míchel, intentó reorganizar a su equipo para ser más ofensivo, pero rápidamente se encontraron con el 2-0. Griezmann lideró una transición que culminó con un potente disparo de Marcos Llorente, que sorprendió a Gazzaniga.

Con el marcador a favor, Simeone movió sus fichas, dando entrada a Koke y Gallagher, mientras que Míchel respondió con un triple cambio que mejoró ligeramente el juego del Girona. Aunque el equipo catalán dominó más y generó algunas acciones prometedoras, no lograron concretar ninguna. El Atlético, más cómodo en la recta final, cerró el partido con un contragolpe fulgurante, donde Llorente asistió a Koke para sellar el 3-0 definitivo.