El Barça ha vuelto: recital en Champions contra el Bayern con un gigante Raphinha (4-1)
Los de Hansi Flick completaron un partido redondo y, en cierto modo, se vengaron de las últimas derrotas contra los bávaros
Las imágenes de celebración entre los jugadores del Barça y la afición tras el pitido final del partido hablan por sí mismas. Y es que la del 23 de octubre no fue una victoria cualquiera. El conjunto blaugrana derrotó al Bayern de Múnich (4-1) en el tercer partido de la liguilla de la Champions en un encuentro en el que todos los jugadores rindieron de sobresaliente, pero en el que brilló con luz propia Raphinha, capitán y centenario con el equipo, y que marcó un hat trick.
El Barça de Hansi Flick pues, logró romper una mala racha de 6 derrotas consecutivas desde 2015. El partido empezó de forma electrizante. Apenas en el primer minuto, Raphinha, capitán por la noche, dejó atrás a la defensa bávara y batió a Neuer para adelantar al Barça. Aunque el Bayern dominaba el balón y llegaba con peligro, el VAR anuló un gol de Harry Kane por fuera de juego. Sin embargo, el inglés no se rindió y poco después empató con un remate acrobático. El Barça, que parecía revivir sus pesadillas, no perdió el control emocional y ajustó su estrategia.
En una jugada astuta de Fermín, quien aprovechó un error defensivo, Robert Lewandowski, exjugador del Bayern, marcó el 2-1. El polaco no celebró su gol, pero el Camp Nou sabía que había sido un momento clave. El equipo catalán olió sangre y, justo antes del descanso, Raphinha hizo el 3-1 tras otra fulminante contra, llevando la locura a las gradas.
Tras el descanso, el Bayern intentó reaccionar, pero fue Raphinha, quien en su partido número 100 con el Barça, cerró su noche mágica con un hat-trick. Pedri y el joven Lamine Yamal tejieron la jugada que terminó con el brasileño superando nuevamente a Neuer. Este tanto selló la victoria y el Camp Nou estalló en una ovación para el héroe del encuentro.
El partido no fue el típico espectáculo de posesión infinita que caracteriza al Barça. Fue más bien un ejercicio de adaptación y pegada letal, con un equipo más físico y directo. Con este triunfo, Flick, el nuevo entrenador, confirmó que puede reescribir la historia del club, exorcizando de una vez por todas el espectro del 2-8. Ahora, el Barça mira con esperanza al futuro, con un Clásico en el horizonte que será una nueva prueba de fuego.
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